sábado, 15 de agosto de 2009

Psicología / Vida sexual
Otra vez, esta noche
Digamos que usted y su cónyuge no han tenido relaciones sexuales durante tanto tiempo que ya ni siquiera pueden recordar cuándo fue. Tal vez ni en qué estación del año. ¿Cómo trataría de resolverlo?: buscaría gratificación en alguna otra parte, iniciaría un divorcio... O le diría a su pareja: "Mi amor, he estado pensando... ¿por qué no lo hacemos los próximos 365 días seguidos?"
Noticias de Revista: anterior | siguiente Domingo 14 de setiembre de 2008 | Publicado en edición impresa .
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Ilustraciones: Eva Mastrogiulio
Una aventura erótica puede reemplazar el hastío conyugal: tener sexo una vez por día, todos los días del año. Eso es más o menos lo que les ocurrió a Carla y Brad Muller.

Otra pareja, la de Ana y Diego Brown, se embarcó en un viaje similar, aunque más breve: 101 días de sexo posnupcial.

A ambas parejas les fue bien. Y ambas documentan sus proezas en sendos libros publicados en Estados Unidos, en esas estanterías con las últimas novedades donde ahora puede hallarse casi un minigénero de libros que ofrecen consejos sobre el matrimonio famélico de sexo.

Los Muller, autores de 365 días, son republicanos de Carolina del Norte, estudiosos de la Biblia y amantes de un buen bife. Los Brown, en cambio, prefieren alimentarse con multicereales y salir de vacaciones cargando sus mochilas, desde su casa en Colorado. Escribieron Sólo háganlo, con detalles sobre las formas que eligieron para optimizar su vida sexual.

Para muchos cónyuges, el sexo matrimonial suena a oxímoron. Y el sexo matrimonial, si hay hijos, ni hablar. De hecho, volver a encender el deseo de una pareja es una tarea que alimenta una industria terapéutica millonaria. Según un estudio de 2004, American Sexual Behavior, realizado por el National Opinion Research Center de la Universidad de Chicago, los matrimonios tienen relaciones sexuales alrededor de 66 veces por año, aunque dentro de esa cifra se incluyen las parejas jóvenes, de hasta 18 años, que mantienen relaciones, como promedio, 84 veces al año.

La estadística coloca a los Muller y los Brown en el terreno de los récords olímpicos. El hecho de que se les haya ocurrido que un maratón sexual podía revigorizar su matrimonio revela tanto sobre la tendencia a fijarse metas como sobre el estado de las relaciones románticas. Pero es posible que las parejas también estén logrando otra cosa: "Existe una fuerte relación entre la frecuencia de las relaciones y el hecho de considerar que uno tiene un matrimonio feliz -asegura Tom W. Smith, que lideró el estudio -. Lo que no sabemos es si las personas que tienen un matrimonio feliz tienen más relaciones sexuales, si las personas que tienen más sexo se sienten más felices en su matrimonio, o si existe una combinación de ambas cosas".

¿Estas parejas proporcionan una respuesta? ¿El sexo cada noche las hace sentirse más felices en su matrimonio y en la vida en general?

Carla, ama de casa y consultora de marketing, en 2006 quiso ofrecerle a su esposo un regalo especial para su cumpleaños número 40. "Esto era algo que nadie más podía regalarle ?dijo en una entrevista, refiriéndose a la idea de escribir y publicar un libro?. Era algo que no costaba un montón de dinero. Pero era memorable. Cumplía con todos los requisitos de un gran regalo."

Brad no se mostró demasiado entusiasmado, en especial porque, según dice, su esposa suele tener grandes ideas, pero también dificultades para concretarlas. Después de todo, no había sido demasiado generosa en el sexo después del nacimiento de sus dos hijos.

La idea del libro se presentó de manera fortuita. Carla almorzó con una amiga, Betsy Thorpe, ex editora que acabó siendo su colaboradora. Vio que había material "literario" en los encuentros nocturnos de la pareja.

"Pensé que no nos estaba pasando nada interesante", dijo Ana en una entrevista sobre Sólo háganlo. Y eso que hicieron ?el maratón? fue lo que "movilizó un poco nuestro matrimonio".

En su libro, los Brown cuentan que programaban viajes cortos para cambiar los lugares en los que tenían relaciones sexuales. Una carpa en las Rocosas de Colorado, una cabaña en cualquier lugar alejado o una habitación de hotel en Las Vegas, donde Diego, que es periodista, estaba cubriendo el congreso organizado por una industria del entretenimiento para adultos. "Lo importante es tener planes, aunque sean pequeños, para evitar que todo se vuelva monótono", cuenta Ana.

De no ser por su fervor competitivo, el asunto podría haber terminado mucho antes de los 100 días. "Una noche en que él tenía vértigo, y estaba muy cansado, le dije: «Lo lamento, mi amor, pero tenemos que seguir»."

Los Muller sólo se saltearon unos pocos días por mes, casi siempre porque Brad debía hacer viajes de trabajo. Mantuvieron relaciones sexuales en un promedio de 26 a 28 veces por mes.

Lo que dicen los expertos
Enfocar el sexo como un maratón tal vez no sea la solución adecuada para todos los matrimonios estancados. Lois Braverman, directora del Ackerman Institute for the Family, dice que no hace falta que se intente competir con los Muller y los Brown. "Algunas parejas están totalmente satisfechas con mantener relaciones sexuales una vez por semana; algunas, dos veces; otras, incluso, dos veces al mes. No hay ninguna frecuencia que sea la correcta."

Shoshana Bulow, psicoterapeuta y terapeuta sexual, señala que el sexo es algo complejo, y que la satisfacción depende de muchas más cosas que de la frecuencia: "Hay toda clase de razones por las cuales las personas pierden interés sexual por su pareja. Desde desilusiones personales hasta problemas financieros, todo puede influir. El solo hecho de tener relaciones sexuales no resuelve esos problemas".

No obstante, el tener relaciones sexuales todos los días parece beneficiar a muchas parejas. En los casos Muller y Brown, las pruebas están a la vista. Tanto Carla como Ana aseguran que la intimidad física creó una mayor intimidad emocional. "Esto hizo que diariamente estuvieran presentes la amabilidad, el cuidado y el perdón, y desterró el malhumor y el maltrato. Creo que ni mi marido ni yo habíamos experimentado eso antes", confesó Carla.

Ana agrega que un buen encuentro sexual hace maravillas. Después de su experiencia, sintetiza: "Los dos éramos muy conscientes de dónde estaba el otro, emocional, mental y físicamente".

Brad afirma que ahora tiene mejores relaciones sexuales. "Nos resulta más fácil, estamos abiertos a la idea, somos más espontáneos. Ya no hay entre nosotros insistencia ni rechazo". Carla coincide: "Es mucho mejor que antes".

Diego Brown ya no le tiene miedo al de­sempeño. "No me siento obligado a rendir. Ahora todo es más natural, y lo disfruto", asegura. Después, como al pasar, recuerda que cuando se embarcó en el maratón cubrió el televisor de su cuarto con una hermosa tela.

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