terça-feira, 30 de junho de 2009

Se convoca a todos aquellos jóvenes y adultos con estudios inconclusos a participar del Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios. Los programas contarán con instancias presenciales, semipresenciales y a distancia.

Informate en www.fines.educ.ar
¿Qué es el Plan FinEs?
Es el Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios, previsto para el período 2008-2011.

El Plan FinEs es de alcance nacional, funcionará en todas las jurisdicciones.

Se está implementando la primera etapa, destinada a jóvenes y adultos mayores de 18 años que terminaron de cursar, como alumnos regulares, el último año de la educación secundaria (bachiller, técnica, comercial, polimodal, de adultos), y adeudan materias.

Desde el 2009, además de continuar con la primera, se implementará la segunda etapa del Plan, destinada a los jóvenes y adultos mayores de 18 años que no iniciaron o no terminaron la primaria o la secundaria.

¿A quiénes está dirigido?
El plan se desarrollará en dos etapas. La primera, que se llevará a cabo durante el 2008, se dirige a:

Jóvenes de entre 18 y 25 años que terminaron de cursar, como alumnos regulares, el último año de la educación secundaria y adeudan materias.
Jóvenes adultos mayores de 25 años que terminaron de cursar, como alumnos regulares, el último año de la educación secundaria y adeudan materias.
¿Qué clase de orientación recibirán los estudiantes?
Los jóvenes de entre 18 y 25 años que lo deseen recibirán acompañamiento de tutores y profesores que guiarán a los estudiantes en este proceso de preparación de materias. Las tutorías se realizarán en las escuelas sede del Plan FinEs.
Los estudiantes deberán rendir los exámenes en la escuela donde cursaron el último año de la educación secundaria, en los turnos de examen fijados por el calendario escolar de la jurisdicción.
Los jóvenes adultos mayores de 25 años también contarán con el apoyo de tutores y profesores para la preparación y evaluación de las materias adeudadas. Pero, a diferencia del grupo de menores de 25, la evaluación de las materias se realizará a través de diferentes estrategias, tales como: monografías, trabajos prácticos parciales y finales, investigaciones aplicadas al sector de la producción donde se estén desempeñando laboralmente, etc.

¿Cómo acceder al Plan FinEs?
A través de distintas sedes:

Entidades: organismos públicos nacionales, provinciales o municipales; sindicatos; empresas; fundaciones; asociaciones civiles; asociaciones de fomento, etc.
Escuelas secundarias comunes (escuelas técnicas, de bachillerato, comerciales, polimodales, etc.).
Escuelas secundarias de adultos.
¿Qué documentación se debe presentar?
Constancia de la escuela secundaria donde se cursó el último año (escuela de procedencia), en la que se incluya la o las materias que se adeudan para presentar en la escuela sede asignada.
En las escuelas sede se pondrán a disposición los medios necesarios para que la gestión de la documentación no sea un obstáculo para acceder al Plan.

¿Qué tipo de acompañamiento recibirán los estudiantes?Teleclases emitidas por Canal Encuentro.
Tutorías virtuales a través del portal educ.ar.
Tutores y docentes.
Libros de texto provistos por el Ministerio de Educación de la Nación.
Módulos de estudio.
Material de la Campaña Nacional de Lectura.
Biblioteca de la escuela sede del Plan FinEs.
¿Cómo informarse?
Para solicitar mayores informes acerca del Plan FinEs, comunicarse al 0800-333-2532, o bien vía e-mail a fines@me.gov.ar.
Virtudes y valores humanos relacionados con la paciencia:



Caridad, condescendencia, constancia, equilibrio, esperanza, firmeza, freno, generosidad, humildad, insistencia, justicia, perseverancia, persistencia, responsabilidad, serenidad, sobrellevar, sosiego, tesón, tolerancia, voluntad, etc.



Actitudes antagónicas de la paciencia:



Angustia, ansiedad, desasosiego, enojo, intolerancia, intranquilidad, intransigencia, ira, tensión, etc.



La paciencia en las relaciones familiares.



Hay que considerarla como una de las virtudes humanas más importantes, para el dominio de uno mismo y para poder llevar una familia feliz. Después de bien estudiadas y aprendidas sus características, beneficios y mecanismos para ejercitarla, hay que dominarla bien para ponerla en práctica, primero con uno mismo y posteriormente practicarla con la esposa o el esposo, los hijos, los padres, los hermanos y demás familiares y amigos. La paciencia empieza en uno mismo, sigue por aplicarla con la familia y termina esparciéndose, en los distintos estamentos de la sociedad. Es una virtud que como todas, se aprende y se va mejorando con la práctica. Los resultados son extraordinarios para llevar por buen camino, la formación de la familia y de la sociedad.



La paciencia se puede u debe aprender, a través de libros especializados que se encuentran gratuitamente en las Bibliotecas Públicas. Ahí podemos aprender de los consejos, que escritores especializados en esa materia, han demostrado que sirven para cada una de las ocasiones, donde en el curso de la vida necesitaremos ejercitarla. También en las conferencias de profesionales, en las Iglesias y centros cívicos.



Pero la paciencia es muy difícil de practicar, si no va acompañada entre otras cosas, de mucha creatividad. No se puede ser paciente nada más que por serlo, hace falta construir un sistema mental, hacia dentro de uno mismo y hacia fuera, para que la paciencia funcione. Tiene que haber algún motivo superior, como el amor a Dios o al prójimo para practicar la paciencia. Ser paciente y demostrar una mala cara o mal genio, no ayuda a las otras personas a ser conscientes de la paciencia, que se ha desarrollado. La paciencia no debe ir acompañada de actitudes de “perdonavidas” A poder ser, debe ir acompañada con gestos de sonrisa o por lo menos, de no mal humor, aunque sea difícil no expresar que esos actos de paciencia, corresponden a un fuerte acto interno o externo de dominio personal.



La práctica de la paciencia, que muchas veces se convierte en auto dominio de la personalidad, tiene que tener varios objetivos, muy concretos y un programa, para poder alcanzarlos. Ser pacientes por el simple hecho de ser pacientes, no es la mejor forma de fomentar esta costumbre, para convertirla después en habito y posteriormente en virtud. Los objetivos variarán según para lo que queramos practicarla. Por ejemplo la paciencia con la familia, nos llevará a conseguir una familia bien educada y feliz. La paciencia con un carácter religioso, nos llevará a conseguir el camino para la perfección humana. La paciencia en los deportes, nos llevara a conseguir los objetivos de marcas, que nos hayamos propuestos. La paciencia en el trabajo, nos llevara a la mejora del mismo. Cada actividad tendrá unos frutos diferentes.



También hay que aprender a educar la virtud de la paciencia, para saber escuchar a otros, siempre se podrá aprovechar algo, además de ejercitar la caridad de escuchar, al que necesita o quiere comunicar algo.


Con la propia familia.



La paciencia expresada en la familia, tiene que ser también firmeza de los padres, en los principios no negociables, especialmente en el amplio concepto de la educación y seguimiento de las virtudes y valores humanos.



La paciencia esta relacionada también, con el sacrificio personal, ya que muchas veces, supone un gran esfuerzo tener la paciencia para escuchar a los hijos, esposos, nietos o padres que tienen la necesidad de hablar sobre temas, que no son de nuestro agrado. Pero hay que tener paciencia, escucharlos, procesarlos mentalmente y ponerse a trabajar, para encontrar las soluciones adecuadas.



Ser pacientes practicando el silencio, ya que muchas veces nuestro interior, está pidiendo que expresemos algo que no es adecuado, porque no va a servir para nada, que va a herir a los demás o que no nos han pedido nuestra opinión y que es posible, que no sea adecuado que la demos.



Los familiares entre si, esposos, padres e hijos tiene que practicar la paciencia, también en la base de la tolerancia hacia los sentimientos y actos de los demás, pero dando la importancia debida a lo que la tiene.



¿Cómo no va a haber paciencia y tolerancia, en una familia que se quieren, si es la mejor forma de convivir, aceptándose unos a otros con sus defectos y virtudes, actos y omisiones?



Es muy importante que los hijos, se den cuenta de la paciencia que tienen los padres, en sus relaciones con los maestros, vecinos y amigos personales, ya que por su cercanía y porque muchas veces se realizan en su presencia, las conversaciones o comentarios, son esas actitudes las que mejor pueden comparar y analizar.


Con la esposa o el esposo



Siempre hay un periodo de adaptación en el matrimonio, donde ambas partes tienen que exhibir sus mejores dotes, para intentar conseguir esa perfección en las relaciones matrimoniales. La paciencia es el antídoto, para los malos humores y para la adaptación de esas vidas diferentes, que cada uno aporta al matrimonio. La paciencia se relaciona íntimamente, con el cariño hacia las personas. A mayor cariño, mas paciencia tiene que haber.



¿Como no se va a tener paciencia con las madres, que ofrecen ese derroche de entrega, en la crianza de los hijos y esa gran comprensión con su esposo?



Con los hijos



En cada una de las edades, el tipo de paciencia tiene que ser diferente, siempre con el fin de procurar el bien de los hijos, desde cuando hay que enseñarles, con mucho cariño y creatividad a comer, andar, vestirse, lavarse, estudiar, etc. Ese tipo de paciencia y creatividad, es completamente distinta, con la que se tienen que ir adoptando, a medida que los hijos van creciendo. No es lo mismo tener paciencia con un hijo de un mes que no quiere comer, que la que hay que tener con un hijo o hija de 17 años, que quiere llegar o llega siempre tarde a la casa y en malas condiciones. En la primera etapa, la paciencia no conlleva riesgos para el hijo, ya que los padres se encargarán con creatividad, para hacerle que coma. En la segunda etapa, la paciencia mal ejercitada, puede llevar a que ocurran hechos graves e irreversibles, por haber tenido demasiada paciencia, antes de hablar muy claro sobre los peligros, que estaban corriendo esos hijos.



Hay padres que se comportan como energúmenos, porque los hijos no han sacado buenas notas escolares, no se han portado bien en la casa, no comen a la velocidad exigida, no han ganado en los deportes o no consiguen los triunfos sociales programados. El no saberse dominar y ponerse a gritar, hasta conseguir que los hijos lloren y se dobleguen ante la autoridad paterna, aunque sean demasiado jóvenes para entender la importancia de la supuesta falta, que les dicen que han cometido, supone que esos padres tienen una gran falta de paciencia y un problema de autocontrol, lo que les impide, el poder reflexionar para buscar y encontrar las soluciones, a esos supuestos problemas. No se dan cuenta los padres, que están criando hijos a gritos, que terminarán siendo violentos. Los gritos y las humillaciones son la antítesis de la buena educación a los hijos. Mucho más se consigue con miel que con hiel.



Si los padres no tienen equilibrada la paciencia, con los estudios y formación de sus hijos, es muy difícil que estos progresen. Tienen que idear acciones creativas, para buscar y encontrar las soluciones a los problemas, que se presenten o que se intuyan que van a llegar. Nada adelantan los padres con gritar, asustar o castigar a los hijos, porque han tenido un problema si no se pone en marcha, una buena solución para corregirlo. Los hijos están reclamando de sus padres, soluciones creativas, ya que suponen que tienen el conocimiento y la experiencia necesaria, para ayudarles pacientemente. Los padres tienen que tener la paciencia de entregarse a sus hijos, pues eso es la grandeza del amor paternal, que convierte a los padres en servidores de sus hijos.



¿Cómo no se va a tener paciencia con esos hijos, que son lo que más aman los padres? Si no tienen paciencia con sus hijos, que tanto quieren y ellos la necesitan, es imposible que la tengan con otras personas.



Con los familiares de edad avanzada.



Bien sean padres, suegros, hermanos, tíos, etc. Hay que tener mucha paciencia y reconocer que pueden tener limitaciones físicas o mentales, en su forma de actuar. La manera de comportarse, casi siempre difiere de la de las siguientes generaciones, de hijos y nietos. No se les puede tratar como si fueran todos de la misma edad. Si se convive con ellos, hay que tener mucha paciencia, para no hacerles sentirse mal, porque no pueden seguir el mismo ritmo, que los otros componentes de la familia en las comidas, conversaciones, lecturas, actividades, horarios, etc.



¿Como no vamos a compensar, la extraordinaria paciencia que demuestran los abuelos con los nietos, cuando se pasan horas explicándoles cosas, que algunas veces los padres no han sabido o no han querido comentarlas? Incluso cuando los nietos, para contar sus cuitas e inquietudes, han preferido refugiarse en la sabiduría y experiencias acumuladas de sus abuelos.
El saber escuchar, explicado a los hijos


ESCUELA PARA PADRES



El saber escuchar, explicado a los hijos



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Es muy diferente escuchar que oír. Escuchar es prestar atención a lo que nos dicen o lo que se oye, bien sea un aviso, consejo o sugerencia. Oír se pude hacer incluso sin prestar atención. Tenemos dos orejas y una boca, para que escuchemos mucho y hablemos poco. Algunos parece que tienen dos bocas, por lo mucho que hablan y lo poco que dicen y una oreja por lo poco que escuchan, haciendo oídos sordos a los buenos consejos.



Los padres tienen que enseñar a sus hijos a escuchar. Nadie nace, sabiendo. Escuchar se aprende a base de la paciencia que los padres pongan, en enseñar a sus hijos. Enseñar a escuchar, supone hacerles practicar desde niños, una serie de ejercicios visuales y auditivos. Procurando que exista un silencio razonable, un ambiente tranquilo, sin gritos y a poder ser mirándose los interlocutores, sin distracciones, ni interferencias. No se puede enseñar a escuchar, si los padres no lo ejercitan previamente entre ellos y con los que les rodean.



Hay muchos libros en las Bibliotecas Públicas, que dan muy buenos consejos y explican las mejores técnicas ya probadas, para saber escuchar y aprovechar lo mejor de lo oído o leído. Los padres deben informarse bien de esas técnicas, que están estudiadas para diferentes situaciones e interlocutores. Leer también es una forma muy importante de escuchar, lo que otros dicen, por eso la lectura, es el gran sistema de aprendizaje.



Escuchar es un arte y como todo arte, hay que aprenderlo. Qué mejor que los padres para enseñarlo, como una asignatura imprescindible, para que el día de mañana los hijos no diga, -soy así porque yo no entendí- ni a los padres, ni a los profesores, ni a los sacerdotes, ni a los políticos, ni los empleadores, etc. Lo importante es escuchar bien el mensaje, no fijarse tanto en el mensajero que lo trae. Escuchar nos permite conocer mejor a los demás, disminuir las equivocaciones, ganar amigos y mejorar las oportunidades que se presenten.



Que difícil es escuchar a los que hablan mientras comen, mastican chicle, miran para otro lado o están distraídos con otra conversación, o cuando alguien habla, habla y habla y no dice nada. Pero ese decir nada, puede ser para uno solo, ya que cuando algunas personas hablan, como sacerdotes, pastores, rabinos, imanes, políticos o conferenciantes, a un publico en general, suelen tener un publico heterogéneo, pudiendo estar compuesto de sabios e ignorantes, ricos y pobres, mayores y jóvenes, letrados e iletrados. Es muy difícil para el que habla ante ese abanico de profesiones y situaciones, que todo el mundo comprenda lo que dice. Por eso el que escucha, tiene que tener una gran paciencia y muy desarrollada la inteligencia, para saber captar la parte que le pudiera corresponder de esa disertación.



Algunos alegan que no quieren escuchar y mucho menos, aprender a escuchar, pues hay muy pocas cosas que les interesa oír. Esto suele ocurrir a las personas mayores, que les insisten en que se pongan audífonos para oír mejor, los cuales además de ser muy caros y casi siempre mal resueltos técnicamente, hacen que las personas oigan muchos ruidos y cosas que pasarían mejor sin oírlas. Lo mismo ocurre en todas las edades, con personas que pasan de todos los convencionalismos y solamente quieren escuchar, lo que a ellos les interesa oír, bien sea técnico, de una afición, de deportes, etc. Existe la costumbre de querer escuchar solamente, a personajes que nos dicen lo que queremos oír y no ponemos ningún interés, en escuchar a personajes que puedan sacudir nuestras conciencias, en cualquiera de los aspectos de nuestras vidas.



Para saber escuchar bien, hay que utilizar las siguientes cualidades de apoyo: La observación, la atención, la paciencia, la tolerancia, el autocontrol y la práctica continuada.



13 Conceptos a tener en cuenta, sobre cómo y para qué, hay que aprender a escuchar bien:



1.Con el corazón abierto y la mente predispuesta a nuestra conciencia, a nuestro esposo o esposa, a nuestros hijos, a nuestros familiares, a nuestros amigos, a nuestros profesores, a nuestros empleadores, a nuestros enemigos, a nuestros políticos y hasta a nuestros clientes, proveedores y mercados, para entender todo lo que nos digan, demostrando respeto y sentido común, ante cada una de las frases, tonos de voz, posturas y atenciones que tengan.
2.Los maravillosos silencios de la ciudad en las noches o en los domingos, del campo, del mar, de una iglesia vacía, de un claustro, etc.
3.Para entender los mensajes que emiten, tanto los cuerpos de los que hablan y de los que escuchan, pues la mayoría de las veces, indican perfectamente si está prestando atención, distraído o molesto. El cuerpo de los que hablan, suele emitir signos de veracidad, mentira, vehemencia, pasotismo, vergüenza, arrepentimiento, etc.
4.Para entender mejor, lo más posible y asimilar lo que se oye, procurando sacar el mayor provecho de lo escuchado, en la familia y en la sociedad, pues sin la atención adecuada, será muy difícil captar, entender y aprovechar lo que han dicho.
5.Para hacer caso a los mensajes que emite nuestro cuerpo, relacionados con la salud, para regularlos, controlarlos y podérselos contar al médico.
6.Para oír a nuestro interior, sobre todo a la conciencia, pues no podemos hacernos los sordos, principalmente cuando nos llegan sin haberlos llamado, pues suelen ser señal de rebeldía ante algunas situaciones, en las conciencias bien formadas.
7.Para poder hablar bien, influenciar y persuadir a los que nos escuchen.
8.Para poder poner un límite práctico, al tiempo de cada interlocutor, así como la cantidad de decibeles permitidos en la voz.
9.Para poder tomar notas escritas o mentales, tanto en la enseñanza, como en las profesiones y así poder contestar posteriormente, con mayor certeza.
10.Para que en el difícil arte del diálogo constructivo, no utilizar solamente las respuestas que previamente habíamos preparado, sino las que correspondan, a lo que estamos escuchando.
11.Para que los hijos, si previamente les hemos hablado bien y claramente, se pongan a escuchar y posteriormente, se suelten a hablar.12.Para que quienes nos aconsejan, aunque no se lo hayamos pedido, puedan transmitirnos su mensaje, ya que suponemos que va a hablar por nuestro bien y de algo que nos interesa.
13.Y aprender a desaprender los tópicos que tenemos, para poder diferenciar entre lo que es obligatorio o superfluo, lo que queremos, lo que no queremos o no necesitamos escuchar, en cada época y situación de nuestra vida.


15 Conceptos a tener en cuenta para escuchar bien:



1.Aunque haya una persona caritativa, que acepte escucharnos, no pretendamos descargar nuestras frustraciones, solamente porque nos escuchan.
2.Cuando a las personas se les escucha, con atención sincera, les damos una oportunidad de acercarse, de desahogar y de crear o ampliar un vínculo franco y duradero, pues al sentirse escuchadas se relajan, abren su corazón y se sinceran, mostrando su mundo interior, creencias y valores.
3.Dejarle hablar sin interrupciones injustificadas, dando al interlocutor un tiempo prudencial o el acordado, para que escoja con cuidado sus palabras, ideas y planteamientos.
4.El entrenamiento en la capacidad de saber escuchar, convierte posteriormente, en un buen comunicador
5.El escuchar con sabiduría nos brindan una oportunidad, porque dejando de escuchar, se tiende a repetir siempre el pasado y a no avanzar.
6.El hablar a alguien, tiene que estar soportado por medidas inteligentes, que siempre conlleven respeto y sentido común.
7.Intentar mostrar empatía con lo que se dice, utilizando un tono de voz adecuada y suprimiendo la agresividad dialéctica.
8.No es posible tener una relación de primera, con una escucha y comunicación de segunda.
9.No reaccionar inmediata e impulsivamente, ante las discrepancias escuchadas, pues eso rompe el hilo de los comentarios.
10.No se debe aceptar el escuchar cosas, que vayan en contra de la moral y buenas costumbres, ni críticas a personas u organizaciones ausentes.
11.Para hablar bien hay que practicar el hablar, solamente lo necesario y acostumbrarse a escuchar, con mucho interés y la máxima atención a los interlocutores, controlando el impulso de interrumpir, desmentir o aconsejar sin que lo hayan pedido, siempre que no sea estrictamente necesario.
12.Se debe escuchar, sin tener miedo a preguntar lo que no se ha entendido o lo que se quiere aclarar. Para el que habla, las preguntas y sus intenciones, suelen definir el grado de lo que han entendido y el propósito de la pregunta.
13.Se debe escuchar, teniendo en cuenta las emociones de las personas que hablan, pues muchas veces, indican las causas de sus comentarios.
14.Se debe no desviar la conversación, a asuntos no relacionados o periféricos, que convengan al disertador, para obtener un triunfo dialéctico.
15.Todo el mundo quiere ser escuchado y hay muy pocos dispuestos a escuchar a otros, pues escuchar es una extraordinaria virtud humana, un bello arte, un fuerte ejercicio, ya que supone callar, donar tiempo, esperar, querer entender, preguntar, sugerir… y de nuevo callarse. Hay que tener un buen entrenamiento y costumbre, demostrar una considerable pericia y cortesía, así como realizar un gran esfuerzo, sobre todo en los temas delicados o polémicos, como son los religiosos, políticos, familiares o económicos.


Preguntas elementales sobre escuchar:



¿Se escuchar? ¿Qué quiero escuchar? ¿A quién escucho? ¿A quién me agradaría escuchar? ¿Quién me escucha? ¿Quién quiero que me escuche? ¿Qué quiero que me escuchen?
Tolerancia. Como enseñar a los hijos esta virtud y valor humano.


ESCUELA PARA PADRES



5. Tolerancia. Como enseñar a los hijos esta virtud y valor humano.


1. Principios generales:

•La tolerancia es la capacidad de adoptar formas flexibles y diversas, frente a la vida, para evitar o disminuir los conflictos y supone el respeto mutuo, mediante el entendimiento mutuo. Es un estado mental de apertura hacia las formas de pensar y actuar de los demás, aunque sean diferentes a las nuestras. Se puede no estar de acuerdo con lo que le dicen y además, luchar para que tengan la libertad de decirlo.
•El ser tolerantes, no implica que deben aceptarse y adaptarse a costumbres o leyes, que vayan en contra de la moral o de las buenas costumbres. Debemos evitar que, por el hecho de nuestra tolerancia, las acciones de otros se conviertan en derechos adquiridos.•Transigir por ser tolerante, en las cuestiones importantes de la vida, es un signo de debilidad, motivado por la incultura, la falta de información, porque no se tiene la certeza de lo que se está tratando o porque no se tiene la valentía de enfrentarse a la familia o a la sociedad.
•Tenemos que ser tolerantes con los demás, aunque aparentemente no sean iguales o parecidos. Incluso tenemos que ser tolerantes con sus costumbres, ideas, formas de comportarse, etc. siempre que estén de acuerdo con las leyes vigentes y no molesten a los demás. Esto impedirá que consideremos lo diferente como algo defectuoso, pues puede ser que provenga de unas circunstancias que nosotros desconocemos. El derecho que tienen todas las personas a que se les tolere, se termina cuando su comportamiento ofende o tropieza con los derechos de los demás.•Tenemos que formarnos para estudiar y comprender, las conductas de los demás y así poder ser más tolerantes, pues ser tolerantes impide despreciar lo que se ignora. Si conseguimos conocer las circunstancias que tienen cada grupo étnico, civil o social, evitaremos actitudes de cautela o desconfianza con nuestros prójimos, pues existen actitudes, que son consideradas adecuadas en una cultura y no lo son en otras.2. Obligaciones de los padres

•El papel de la educación de los padres, es fundamental en la forma que enseñen los valores humanos, las virtudes y las actitudes como el respeto, la igualdad o la tolerancia, cuyo aprendizaje debe estar realizado, principalmente, en el seno familiar.
•Los comentarios, gestos o actitudes negativas hacia otras personas o grupos, realizadas por los padres, son el mal ejemplo, que los padres no deben transmitir a sus hijos, pues aunque se hagan en la intimidad del hogar o aparentemente en privado, siempre transcienden a los hijos, que algún día se les quedara grabado en la mente y lo exteriorizaran, en perjuicio de ellos y de sus prójimos. Por lo que los padres tienen que evitar que se incruste en los hijos, desde su temprana edad, motivada por las conversaciones que oigan en casa o por las acciones que vean a los mayores.
•Los padres deben ser tolerantes, en los conceptos normales y a la vez, intransigentes en los conceptos fundamentales. Pero no se debe ser ofensivo, ya que más se consigue con miel que con hiel y siempre habrá la oportunidad, de reconsiderar las opiniones, a través de estudiarlas en profundidad o pidiendo el consejo a especialistas profesionales.
•Los padres deben ser firmes, en las decisiones de asuntos esenciales, pero serenos, en la forma de expresarlas y no deben ser tolerantes con los hijos, en los conceptos de su formación familiar, religiosa, educativa o social. Tienen una responsabilidad adquirida y no la pueden ni delegar, ni renunciar.
•Ahondar en el valor humano de la tolerancia, permite aprender la importancia de soportar nuestras mutuas debilidades y nos permitirá tolerar en otras personas los defectos similares a los nuestros, pues es muy fácil encontrar defectos en el prójimo y muy difícil tolerárselos y mucho más elogiárselos.3. Inmigrantes, extranjeros o nacionales.

•En cualquier tipo de familia, sea nativa de donde vive o inmigrante, y aunque no tenga parientes o amigos inmigrantes de otros países o de la misma nación, los padres deben inculcar en sus hijos el amor a todos sus semejantes, sin distinción de sus procedencias. De alguna manera todos somos o hemos sido inmigrantes. La humanidad siempre ha emigrado para intentar mejorar. Poner una raya a las fechas de la emigración no es correcto, ni humano ni religioso. No existe ninguna religión en el mundo que haga distinción entre los inmigrantes y los nativos.•Los padres tienen que enseñar a los hijos, en beneficio de ellos mismos, a ser tolerantes con los demás y a convivir de forma, que todos puedan practicar sus costumbres. Es cierto que la tolerancia de unos, obliga también a los tolerados a mantener un profundo respeto por las leyes, normas y costumbres de la comunidad donde han sido acogidos.•La tolerancia es la auténtica prueba de civilización y por lo tanto, el soporte de la paz entre las personas, las comunidades y las naciones. Ante Dios y ante la historia, todos seremos responsables, si no somos lo suficientemente tolerantes para evitar las discordias, los problemas, las víctimas y el dolor que supone la intolerancia.
4. Negros, hispanos y otros colores o culturas.

•A los hijos debe enseñárseles que ejerzan la tolerancia con todas las personas, incluyendo las que tienen un color, cultura o educación diferente al suyo. Nadie puede presumir por haber nacido de un color diferente a otros. El color no hace la diferencia entre las personas. Los estereotipos sobre los colores o culturas en las personas, solamente sirven para empequeñecer al que los utiliza. Vivimos en un mundo donde están mezcladas todas las razas, además de que se interactúan continuamente, incluso en los matrimonios y las familias. Ninguna comunidad vive aislada de las otras y menos en esta época tan globalizada.•¿Cómo es posible que alguien hable mal de otras personas, si esas diferencias las tiene incluso en su propia familia o amigos? Es cierto que en algunas sociedades hay y ha habido leyes, que permiten la intolerancia con otras razas o creencias, que no sean las dominantes, pero son leyes absolutamente injustas e inhumanas, que nadie está obligado a cumplir. Ejemplos claros fueron las leyes contra los esclavos, contra los judíos, contra los gitanos, contra los vencidos, etc.
5. Homosexuales, lesbianas, etc. Los padres deben inculcar en los hijos la tolerancia, hacia estos grupos de personas, teniendo en cuenta los siguientes puntos:

•La tolerancia no significa la admisión de sus actividades, se trata de intentar comprender y amar a los que las practican, pero sin que por eso los hijos pierdan los principios básicos de los valores humanos universales. Los hijos nunca deben caer en la tentación de que, por ser tolerantes también deben adaptarse a las cosas, que no están bien hechas. La tolerancia es contraria a la adaptación cómoda.
•Se debe estar en contra del homosexualismo, pero también se debe tener mucha tolerancia con los homosexuales, siempre que su ejemplo no sea perjudicial para las personas más débiles. Aborrecer la homosexualidad, no es aborrecer al homosexual, por la misma razón de que odiar el hambre, no supone odiar al hambriento, ni odiar el sida, significa aborrecer al que tiene esa enfermedad. Nadie es quien para pedirles cuentas de los actos que realicen en privado, solamente tendrán que arreglarlo con su conciencia. La mayoría de las veces, desconocemos los motivos de sus actitudes y si estas han sido por motivos genéticos o adquiridos por su propia voluntad. Debemos enseñar a respetar, el que todas las personas tienen derecho a ejercer su libre albedrío. Aunque denominar matrimonio, a la unión homosexual es un insulto, pues hay un límite, en donde la tolerancia deja de ser virtud.6. Estereotipos

•Los padres deben enseñar a los hijos a que, calificar despectivamente a otros grupos de personas, debido a su origen, raza, religión color, idioma, conocimientos, obesidad, sexo, etc. es una discriminación y una falta de tolerancia. Esas burlas, intransigencias y comentarios despectivos, se incluyen entre los pecados sociales, ya que son una gran falta a la caridad con el prójimo.•A todo el mundo le gustaría estar lo más cerca posible, de la perfección física e intelectual y ser de la raza dominante, pero nadie tiene derecho a criticar a los demás y menos, a encasillarles despectivamente en un grupo.7. Riqueza y pobreza.

•Los padres deben enseñar a los hijos, que significa un gran desconocimiento de la realidad, poner en un mismo nivel intelectual, económico, religioso o político a toda una nación o a todo un grupo de personas. El hecho de que otras personas, sean de un país menos rico o que tenga una religión mayoritaria diferente, no pueden ser calificados despectivamente, pues normalmente se suelen ignorar las circunstancias de las personas y del país.
•La calificación colectiva, despectiva, entre ricos y pobres, es una de las mayores causas de los problemas entre las naciones, los grupos y las personas individuales. Suele ser causa de problemas, el añadir estos calificativos a conceptos como escuelas, iglesias, barrios, amigos, familia, etc.
8. Cultura.

•También deben enseñar la tolerancia, hacia las personas y grupos de personas, que por las circunstancias que sean, no han podido, no han querido o no han sabido tener, la misma formación cultural o académica que los hijos. La que cada uno tiene, suele ser fruto de unas circunstancias de educación en esta vida, que la mayoría de las veces, no es responsable de las mismas o tiene muchos atenuantes, sobre las condiciones de su formación.
•El hecho de tener un tipo de educación elevada, no debe ser causa de discriminación hacia otras personas, mas bien la tolerancia puede convertirse en una virtud, cuando la utilizamos para que los hijos intenten pasar desapercibidos, sin demostrar arrogancia con sus conocimientos o posición cultural y académica.
•La tolerancia nunca debe estar soportada por la creencia, de que es un derecho adquirido, que se ejerce en función de la benevolencia de las personas. Nadie adquiere el derecho a ser benevolente, es una virtud que se debe ir adquiriendo con la práctica, para que vaya creando hábito y así poder ejercerla con naturalidad.9. Religión.

•Los padres deben enseñar, que la tolerancia está íntimamente relacionada con otras virtudes y valores humanos, como la paciencia, la mansedumbre, la benevolencia, etc. La tolerancia en religión, es una virtud difícil, pues para algunos el primer impulso, es odiar o despreciar a todos los que no piensan igual. Pero esa actitud se denomina intolerancia, rechazo, Intemperancia, intransigencia, etc.
•Tolerando los defectos del prójimo, es donde mejor se ve y se practica esta virtud, pues muchas veces, vemos los pequeños defectos del prójimo, pero no vemos los propios, aunque si nos gusta que nos toleren si hemos cometido algún error o han visto alguno de nuestros defectos.•El miedo y la ignorancia, son las principales raíces que causan la intolerancia. Se debe ser tolerante por respeto a las otras personas, siempre que mantengamos nuestros principios básicos, aunque nos molesten o no estén de acuerdo con nuestros pensamientos.
10. Sentencias relacionadas

•Cuesta mucho mas tolerar un solo defecto, que adquirir cien virtudes.
•Se tolerante con tú enemigo, porque es el primero que ve tus defectos.•Hay ciertos defectos que si fueran tolerados, brillarían más que las virtudes.
•Los defectos del gran hombre, son el consuelo de los necios que no los toleran.
•La vida enseña más a ser tolerante, que todas las universidades.
•Si quieres encontrar las perlas de los amigos, debes tolerar los defectos que tienen.•Los defectos de los demás, acrecientan en los sabios la tolerancia.
•Tolerar la impuntualidad, hace a las personas que sean descuidadas.
•Si los ojos los usáramos para ver lo que nos toleran, descubriríamos rápidamente nuestros defectos, que no vemos.
•Si no hubiera defectos, no habría tolerancia.
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10 valores humanos que los padres deben enseñar a sus hijos, para que tengan éxito en la escuela y en la vida

En la primera parte de este articulo titulado “10 valores humanos que los padres deben enseñar a sus hijos, para que tengan éxito en la escuela y en la vida” trataba sobre los valores humanos de: Amistad, autodisciplina, compasión, coraje. En esta Segunda parte trataré sobre los valores humanos: Fe, honestidad, lealtad, perseverancia, responsabilidad y trabajo. También están puestos por orden alfabético, pero cada uno debe ponerlos en orden a su preferencia.Forma de practicarlos: Cómo que se deben inculcar a los hijos y la forma de adaptarlos al comportamiento de los hijos en la escuela, en la familia y en la sociedad:



5. Fe: Es la virtud teológica que añade una dimensión trascendente a la vida moral de la humanidad y une a la gente, de una manera inimitable por otros medios. Para los fieles de cualquier credo religioso, es una fuente de disciplina, poder y sentido de la vida. Las grandes regiones, ofrecen anclas sólidas para los que andan a la deriva, pues ofrecen estabilidad social y desarrollo moral, tanto al individuo como al grupo. La fe proporciona a quienes la practican: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, generosidad, fidelidad, afabilidad y disciplina.

Forma de practicarla: Los padres deben inculcar a sus hijos, desde pequeños, los principios de la fe, para que estén preparados para que cuando llegue la edad del raciocinio, puedan distinguir lo bueno y lo malo de lo que externamente les ofrecen. De pequeños es posible que no comprendan todo lo que les dicen, pero si no tienen una sólida formación en la fe, no podrán elegir libremente, lo mejor para sus vidas y caerán en manos, de los que sistemáticamente, se dedican a engañar a los jóvenes menos formados.

Los principios de la fe adquiridos desde pequeños, son inamovibles durante el paso de los años y continuamente salen a relucir, incluso en los difíciles momentos de incertidumbre, próximos a la desesperación. La fe conduce a la practica de las otras virtudes, tan necearías para la formación de los jóvenes, por eso los padres tienen la obligación de enseñar con el ejemplo, practicando su fe públicamente. Cuando todo falla, la fe es el asa donde los padres pueden agarrarse, para la educación de sus hijos, pues la fe conserva su firme arraigo en el amor y en la vida.

6. Honestidad: Es la capacidad de decir y hacer la verdad. La honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás, pero necesita practica y estudio para conseguir la integridad. La mentira es una fácil herramienta de ocultamiento y cuando se emplea a menudo degenera en un vicio maligno. Es imprescindible para las relaciones humanas, para la amistad y para la autentica vida comunitaria. El engaño produce mucho mas daño, que las dificultades que acompañaban a la honestidad.

Forma de practicarla: Los padres deben enseñar con su propio ejemplo todas las variantes de la honestidad, incluyendo la del trabajo bien hecho. Deben tomarla en serio y practicarla diariamente, para que se afinque en la mente de los jóvenes. Es una de las virtudes mas difíciles de mantener en la escuela, pero cuando se practica con asiduidad, deja una fama imperecedera. Inculcar la virtud de la honestidad, supone que debe dejar de existir el juego con la sociedad de ”píllame si puedes”. Los padres deben enseñar que “no es lo mismo ser honesto, que parecer honesto”. A la larga la honestidad es rentable para todos los humanos, aunque cueste sacrificio no dejarse llevar por determinadas malas costumbres. Copiar o hacer trampas en los exámenes, es engañarse uno mismo y a la larga o a la corta no se obtiene nada mas que perjuicios. La honestidad de un joven con su ejemplo, enciende mas honestidad en sus compañeros.

7. Lealtad: La lealtad es la verdadera unión con la familia, religión, amigos, profesores y grupos con los que hemos decidido identificarnos. Siempre intentaremos que la lealtad sea mutua. La verdadera lealtad sobrevive a los contratiempos, resiste a la tentación y no se acobarda ante los ataques. La lealtad es diferente de la amistad, aunque algunas veces van de la mano. Las lealtades conflictivas, pueden imponer decisiones desagradables, pero analizándolas inteligentemente, se pueden poner en sus justos términos, pues no siempre las lealtades son antagónicas.

Forma de practicarla: Los padres tienen que enseñar y dialogar con los hijos, sobre cuales son las verdaderas lealtades que los hijos deben tener, aclarándoles las prioridades, compatibilidades e incompatibilidades, con la formación que se ha adquirido y el estilo de vida que se quiere llevar. Ser leales a las buenas causas es un signo de Gran humanidad. La lealtad mal entendida es lo que esclaviza a muchos jóvenes, en su pertenecía a las pandillas. En las pandillas se entra bastante fácil, pero cuando se entra, ya no se puede salir.

Es fundamental enseñar con el ejemplo, a ser leales a los principios educativos, religiosos, sociales y cívicos. También a los ancestros familiares, a los amigos cuando tienen problemas, a las buenas causas, etc. Será una enseñanza que deberá aplicarse durante la vida escolar y que perdurará para toda la vida. Alguien siempre esta esperando que le seamos leales.


8. Perseverancia: La perseverancia es crucial para el éxito, si está unida a la inteligencia práctica. Ha sido siempre un ingrediente esencial para el progreso humano. La asiduidad y la persistencia son irresistibles, para aguardar la oportunidad. Perseverancia es: Resistir, tenacidad, constancia, tesón, insistir, etc. Lo contrario es el abandono, los titubeos y la falta de determinación.

Forma de practicarla: Los padres, por medio del ejemplo, deben alentar a los hijos a perseverar, insistiendo en el esfuerzo de perfeccionarse a si mismos, de mejorar su propia suerte e intentar mejorar la suerte ajena. Unida a las otras virtudes, la perseverancia, no tiene límites para intentar una y otra vez seguir realizando los esfuerzos necesarios para obtener los objetivos que nos hayamos propuesto. La perseverancia es la fuerza que hace que no abandonemos retos propuestos, incluso en los momentos más difíciles, e intentar una y otra vez hasta conseguir los objetivos. Esta actitud supondrá ante otros jóvenes el deseo de emulación y la virtud se multiplicará, cuando otros vean los esfuerzos realizados y los logros conseguidos. Los entrenamientos para los deportistas pueden ser aburridos, pero perseverando en ellos, es la única manera de lograr los triunfos. El repaso continuo de las lecciones mas difíciles y aburridas, supondrá un buen ejemplo de la perseverancia. El ahorro sistemático de dinero, aunque sea poco, es otra forma de practicar la perseverancia.



9. Responsabilidad: Significa tener la capacidad, madurez y responsabilidad de responder de nuestros actos. Las personas maduras, son las que se hacen cargo de si mismas y de sus conductas. Lo contrario son las excusas, la falta de compromiso y eludir las obligaciones. Es necesario la práctica y el ejemplo, para cultivar la responsabilidad de forma clara, coherente y acorde con las aptitudes de los hijos. No debemos avergonzarnos, cuando nos invitan a participar en actos de manifiesta responsabilidad.

Forma de practicarla: Educar a los hijos en la responsabilidad empieza, desde muy pequeños en la casa, con el cumplimiento de pequeñas tareas. Si con el ejemplo y la práctica continua de los padres, se consigue introducir esta virtud en el comportamiento diario de los hijos, cuando lleguen a la escuela tienen andado ya un camino muy importante, pues responderán ante sus maestros, padres y compañeros con firmeza, ante las obligaciones contraídas en el desempeño de sus obligaciones. Serán responsables de sus horarios, tareas encomendadas, calidad exigida, actitud ante los demás, utilización de materiales propios y ajenos, voluntariados prometidos, aseo necesario, indumentaria, dinero para administrar, etc. La responsabilidad conlleva implícita la satisfacción del deber cumplido ante la comunidad, la familia y ante si mismo.


10. Trabajo: El trabajo es el esfuerzo aplicado, en aquello a lo cual nos dedicamos para lograr algo. No es la tarea con la cual nos ganamos la vida, si no aquello que hacemos con nuestra vida. Lo opuesto al trabajo, no es el ocio ni la diversión, es la pereza, el hecho de no invertir en nuestras aptitudes. Las tareas escolares, las que hacen en el hogar y las realizadas en equipo, son trabajos no remunerados, se hacen porque son necesarios. La antitesis del trabajo bien hecho, es el “yavalismo” que proviene de la tan difundida frase de “ya vale”

Forma de practicarla: Para ayudar a nuestros hijos a que sean felices y que disfruten de la vida, necesitamos ofrecerles dos cosas: La práctica en hacer varias cosas que requieran un nivel de esfuerzo y compromiso, compatible con cierta inversión personal en la actividad y el ejemplo de nuestra propia vida. Hay que ayudándoles a que encuentren una vocación profesional y que disfruten de ella. El habito del trabajo se debe fomentar desde muy pequeños, en las tareas personales y de la casa. El aseo personal, la ayuda en la cocina, hacer las camas, pequeños recados, etc. Todas las tareas domesticas, requieren aprendizaje y se puede hacer alegremente y con orgullo, o a regañadientes y a disgusto. No hay tareas indignas, sólo actitudes indignas. El trabajo está íntimamente asociado, con la mayoría de las otras virtudes, por eso forman un conjunto inseparable. Fomentar en los hijos el concepto del trabajo bien hecho y a tiempo, será un paso muy importante para su formación escolar y profesional. Las empresas y los profesores, enseguida distinguen quienes has sido bien educado en sus años jóvenes en la virtud del trabajo.

A partir de esta virtud, nacen los conceptos del voluntariado gratuito, bien en la escuela o en la sociedad. Fomentarlo es ayudar a que practiquen de niños, lo que el día de mañana, podrá ser una experiencia que le servirá parea distinguirse de los demás.
No se puede dejar la educación y formación académica de nuestros hijos, solamente en manos de los maestros, aunque éstos fueran perfectos, ya que el papel fundamental de educadores corresponde a los padres. Nuestros hijos, es el bien más preciado que tenemos y nuestra obligación es la de intentar anticipar y corregir cualquier error que pudiera cometer alguien con éllos. No vale decir !Yo no sabia! !Quien lo iba a decir! Por éso, hay que conocer bien a sus maestros y estar en continua comunicación con éllos. Deben saber si los maestros son responsables y eficaces. Nuestros hijos nos lo agradecerán y también los maestros estarán contentos y se sentirán estimulados a hacer bien su trabajo, si es que nos preocupemos del arduo trabajo que éllos realizan y si podemos compartir y trabajar con éllos en equipo, cuando sea conveniente.Estos puntos parecerán sacados de un mundo irreal, pero muchos padres están en permanente comunicación con los maestros de sus hijos, aunque no lo cuenten a los demás padres. He resumido lo hablado con muchos profesores y leído en muchos libros, donde quedan reflejadas las pautas que siguen los padres, que verdaderamente se preocupan por sus hijos, e invierten su tiempo y conocimiento en su educación, siempre en franca colaboración con los maestros. Estas son algunas de las preguntas y comprobaciones que los padres deben hacer a los maestros de sus hijos, en las entrevistas personales o en las reuniones colectivas del PTA. Los padres deben:
1.Comentar con los maestros las mejores formas de estudio y las más eficaces de la actualidad, especificas para cada caso particular, además de poner mucho énfasis, en recordarle a sus hijos los acuerdos, programas y estrategias que hayan establecido con los maestros, para mejorar la compresión de lo que aprenden en la escuela y en las tareas encomendadas.
2.Compartir con los maestros, la satisfacción que supone para el alumno, cuando siente que ha hecho cosas importantes y el dolor que sienten si son ridiculizados por sus errores o fallos. Deben pedirle al maestro que infunda ánimo, aliento y estímulo a sus alumnos, para que se superen más cada día.
3.Comprobar mediante entrevistas y reuniones, si los maestros se adaptan al ritmo de aprendizaje de la mayoría de los alumnos, sin olvidar a los más lentos. Es muy difícil para el maestro, tener el equilibrio profesional para llevar el ritmo de la clase, pues es muy atractivo trabajar con los mejores dotados e irse olvidando de los menos motivados, los que no tienen interés en aprender o con los que tienen menos capacidad. Los padres tienen que darse cuenta inmediatamente del ritmo de la clase y como le atañe a sus hijos. En conversaciones con los maestros, pueden estudiar estrategias o alternativas complementarias, para reforzar cualquier inicial desviación del camino programado.
4.Considerar a los maestros como un eslabón y engranaje muy importante en la cadena de la educación de los hijos, por lo tanto se debe comentar con el maestro, sin secretos, el entorno socio cultural y familiar, incluso los problemas que haya. De esta manera, se hará un equipo interesado en la educación y formación del hijo y por lo tanto las decisiones serán colegiadas y pensadas con todos los datos disponibles, para que no sean contradictorias.
5.Dialogar con los maestros, también en el caso de que sus hijos persisten en resultados escolares poco satisfactorios, para ver la parte de culpa, a quien le corresponde y en su caso someter los métodos y estilo de enseñanza a revisión y análisis. Y pedirle al maestro que si su hijo tiene negativismo, como conducta habitual, que le informe rápidamente para que su hijo no se convierta en ” alumno problema” y pueda recibir inmediatamente, la ayuda multiprofesional pertinente. 6.Formar con la unión con los profesores y educadores, una juventud mas sanan, responsable y comprometida, feliz, madura psicológicamente, coherente y fiel a sus principios, abiertos a la generosidad y a la bondad. No deben evitar a sus hijos las dificultades y esfuerzos, ni consentirles los caprichos. Deben enseñarles a ser responsables, respetuosos, ordenados y exigentes consigo mismo, desde los primeros años y con la necesaria firmeza.7.Hablar con los maestros sobre el control que ejercen sobre sus hijos, en relación con la enseñanza de una buena planificación del tiempo que dedica al estudio de cada materia, así como de la utilización de los textos oficiales y la enseñanza, para localizar otras fuentes de información, tales como la que se encuentra en las bibliotecas publicas y el Internet. 8.Pedir periódicamente a los maestros, un informe escrito sobre el nivel de expresión oral y escrita de su hijo, así como de su interés y aprovechamiento en el estudio, la integración y participación en las actividades escolares. Este informe, les servirá a los padres para compararlo con los periodos anteriores y ver las mejoras que van sucediendo. A los maestros, les servirá para que todos los datos vayan formando un expediente de cada alumno y también poder comprobar los adelantos, motivaciones o modificaciones que vayan ocurriendo. El hecho de hacerlo por escrito, supone que para realizarlo, tendrán que tener una importante dedicación y disciplina, la que le comprometerá oficialmente con los directores de la escuela y con los padres, en relación con la labor realizada y la que queda pendiente.
9.Persuadir a los maestros, para que hagan una evaluación continua, detallada y eficaz con los fracasos, logros y progresos de mis hijos. Para que el maestro comprenda que también es educador, ya que tienen una gran influencia sobre mis hijos con su propia superación y ejemplo vivo de entusiasmo, autocontrol y disciplina.
10.Preguntar al maestro y trabajar con él en localizar las causas, si las hubiera, cuando su hijo está falto de motivación. Debe compartir con el maestro, los remedios adecuados que éste le proponga, para corregir las malas situaciones. Estos remedios suelen ser conjuntos a desarrollar entre la familia y el maestro.
Cómo actuar ante una fobia:

Una fobia es un temor desproporcionado a algo que, normalmente, no tiene por qué asustar. Sin embargo, debemos tener en cuenta que en la infancia son normales muchos miedos fantásticos o que nos parecen ilógicos a los adultos.

Un chico puede temer a los personajes de ficción, a ser devorado, a los desagües, a una breve separación…O puede tener otros miedos ensañados por sus padres, como a los vehículos en movimiento, a las avispas, a los perros.

Al pasar por una infinidad de temores en sus primeros años, no es fácil distingue en esa etapa entre uno normal y una fobia. Hay miedos que son habituales a ciertas edades, así que un criterio para distinguir entre un temor normal y una fobia (es decir, un pánico que roce o caiga en enfermizo) es que ese miedo claramente ya no corresponda a la edad del chico que lo padece.

También son significativas una intensidad, una frecuencia y una duración excesivas. Como la apreciación de estos criterios puede ser subjetiva, conviene que la impresión de los padres sea constatada por la de un especialista. Las causas de las fobias pueden abarcar desde manifestaciones simbólicas de conflictos afectivos infantiles, hasta miedos aprendidos por imitación y experiencias traumáticas.

En todo caso, parece decisiva la influencia del ambiente familiar. Un proteccionismo excesivo, sentimientos de abandono o ser forzado a afrontar miedos y situaciones para los que el chico no está preparado, pueden ayudar a que aparezcan esos miedos incontrolados. También los padres pueden “contagiar” a los hijos sus propios temores exagerados. Para evitar las fobias, es fundamental que el chico se sienta querido, contar con un apoyo consistente que no obstaculice el crecimiento emocional, y disponer de una buena autoestima.
A menudo queremos disculparnos en nuestras actitudes, en nuestros errores diarios y como Padres de familia no es la excepción, la educación de los hijos empieza desde que nacen, más aún desde que están en el vientre materno, ya que ahí empiezan a percibir el amor o el rechazo de sus padres y tal sentimiento repercute tarde que temprano en la niñez, en la adolescencia, o en la edad adulta, y no se diga la formación y los malos o buenos ejemplos que reciben en el hogar, no solo de los padres sino también de las personas que conviven más de cerca con ellos, háblese de abuelos, hermanos, primos, amigos.

Nuestros hijos son al principio un libro en blanco al igual que nuestra vida, de nosotros depende en sus primeros años que esas primeras experiencias y aprendizaje sea positivo y de frutos buenos a lo largo de su vida, el niño hace y dice o actúa según lo que observa, si oye gritos, disparates, y ve violencia, irresponsabilidad, odio en el hogar así va ir creciendo tal vez no lo notes al principio pero saldrá a la luz cuando su razón sea más madura, en cambio si aquel hijo ve paz en la casa, amor en su familia, estabilidad, comprensión, perdón, honestidad, tu hijo transmitirá a sus hijos lo mismo que vio y todos los valores aprendidos se harán práctica a lo largo de su vida, y difícilmente se desviará del camino trazado.

Nuestros hijos no nacen malos hijos, recordemos que ellos son lo que han visto y oído en su cuna que es el hogar, y si se han desviado Por el camino es debido a que sus bases familiares, morales y espirituales son débiles y no están seguros de sus decisiones a la hora en que se presentan ante ellos las malas influencias del mundo exterior, un hijo que posee una relación profunda con sus padres, será difícil que ese hijo cause dolor y decepción en sus padres, ellos nunca querrán causarles tristeza a quienes aman incondicionalmente.

Cuida y fortalece esa relación con tus hijos para que en la edad madura de su juventud no te causen dolores de cabeza y sean a su vez el día de mañana padres verdaderos con sus hijos ( tus nietos)...me da tristeza ver como los hijos que no tienen una buena relación con sus padres la sustituyen por puertas falsas que les den esa protección, ese amor que requieren aunque estén grandes, y lo buscan en todos lados y en todas las cosas y se nos desvían del camino.

Que tristeza que los hijos en lugar de tenernos confianza nos tengan miedo, cuando reprueban una materia en lugar de buscar apoyo y escucha en sus padres, tienen que mentir y hacen creer que todo va bien en la escuela ya que tienen pavor de que sus padres se enteren que está pasando en realidad, las adolescentes que por la promiscuidad temprana resultan embarazadas se angustian y no saben que hacer ante tal situación ya que el que sus padres se enteren puede resultar " fatal" y prefieren escuchar consejos de sus amiguitas al igual sin experiencia ante tal situación y cosas por el estilo, seamos amigos de nuestros hijos y no policías ni verdugos
Comunicación Entre Padres Y Responsables:
Recomendaciones para lograr resultados óptimos
Número 67
Fue la llamada más difícil que jamás tuve que hacer”.
– Directora de un centro de cuidado de niños

La directora de un centro de cuidado de niños tuvo que llamar a la madre de un niño de dos años de edad para decirle que no podían encontrar a su hijo. Afortunadamente para todos, el niño estaba con su mamá. La madre pidió mil disculpas. Ella había olvidado firmar el registro de salida de su hijo al recogerlo del centro.

Una vez que usted haya decidido sobre un arreglo de cuidado de niños familiar o un centro de cuidado de niños, usted querrá asegurarse de que tanto usted como el responsable del cuidado de su hijo tengan un buen entendimiento mutuo. Son varios los pasos que usted puede tomar para fomentar las buenas comunicaciones y reducir a un mínimo los problemas. También es una buena idea tomar el tiempo necesario para informarse sobre las políticas y procedimientos del programa.
Fomente Las Buenas Comunicaciones
A continuación listamos algunos pasos que usted puede tomar para garantizar una línea de comunicación positiva.
•Ayude al responsable del cuidado de su hijo a conocerlo bien. Prepare una hoja con datos titulada “Información Sobre Mi Hijo”.
•Ayude al responsable del cuidado de su hijo a tener conocimientos más a fondo acerca de su familia. Comparta con él o ella información sobre:
◦Las diferentes personas que forman parte de su familia;
◦La forma en que celebran los cumpleaños y los días feriados;
◦Las destrezas o aptitudes que usted puede aportar;
◦Situaciones por las que esté pasando la familia que pudieran afectar el comportamiento de su hijo (p. ej., un nuevo hermanito o hermanita, visitas de familiares, enfermedades, cambios en la familia).
•Observe fielmente los procedimientos establecidos para firmar todos los días el registro de entrada y salida de niños.
•Mantenga actualizada la información que puede utilizarse para comunicarse con usted en caso de una emergencia. Asegúrese de incluir información acerca de cada una de las personas autorizadas para recoger a su hijo.
•Lea toda la información que haya disponible acerca del programa.
•Asista a las conferencias entre padres y responsables.
•Cada vez que pueda, ofrézcase como voluntario para ayudar.
•Determine la mejor manera para que usted y el responsable del cuidado de su hijo puedan compartir información (p. ej., en persona, por teléfono, por correo electrónico, o mediante apuntes en un cuaderno que pueden compartir).
•Ocasionalmente, visite el centro durante el día.
•Sea respetuoso. Debe comprender que el responsable también tiene otros asuntos que debe atender. Pregúntele, “¿Es éste un buen momento para hablar?”
Maneje Los Problemas De Una Manera Positiva
Los puntos de discusión más comunes se refieren a la conducta de los niños, su salud y su seguridad, preguntas acerca del desarrollo de su hijo, la observación de los procedimientos establecidos, y la cuota que debe pagarse por el servicio de cuidar a su hijo. Las estrategias siguientes le ayudarán a mantener una situación positiva siempre:
•Recuerde:
◦Los dos tienen una meta en común – ambos quieren lo mejor para su hijo.
◦Usted está demostrando a su hijo cómo los adultos manejan los problemas.
•Pídale al responsable del cuidado de su hijo que le dé una fecha y hora para hablar, cuando ninguno de los dos se sienta apresurado.
•Pida una aclaración del problema.
•Si usted está equivocado, pida disculpas.
•Vuelva a plantear el problema hasta que ambos estén de acuerdo sobre la descripción correcta del mismo.
•Reflexionen sobre posibles soluciones y decidan sobre un plan para resolver el problema.
•Pregunte sobre los posibles pasos a seguir si el plan no surte el efecto deseado.
•Verifique periódicamente la eficacia del plan.
•Felicítense, o hagan revisiones al plan.
Infórmese Sobre Las Políticas Y Procedimientos Del Programa
Los siguientes son ejemplos de puntos que pueden conducir a conflictos si no se cuenta con una buena comprensión de los mismos. Si esta información no figura en su contrato o en el manual que se distribuye a los padres, asegúrese de preguntar al responsable del programa al respecto.
Horario
•¿Cuáles son las horas de operación?
•¿Hay uno o más días cuando el programa estará cerrado? ¿Será necesario que usted encuentre un servicio de cuidado alternativo para su hijo, o le ayudará el programa a encontrar uno?
•¿Abre el programa tarde, o cierra temprano, en casos de mal tiempo? ¿De qué manera se le notificará a usted respecto a tales situaciones?
•¿Podrá usted comunicarse con el programa por teléfono o por correo electrónico si ve que se retrasará en llegar a dejar o recoger a su hijo?
•Si el responsable de proporcionar cuidado de niños familiar está enfermo o ha salido de viaje, ¿designará él o ella un sustituto, o será necesario que usted busque su propio arreglo de emergencia?
Cuotas
•¿Cuál es la cuota de inscripción? ¿Cuándo debe pagarse esta cuota? ¿Habrá cargos adicionales?
•¿Se le cobrará por los días en los que su hijo esté ausente, o cuando ustedes salgan de vacaciones?
•¿Es necesario que usted notifique por adelantado al responsable cuando su hijo esté por abandonar el programa?
Llegadas y salidas
•¿Qué se supone que usted debe hacer al llegar a dejar a su hijo o cuando llegue a recogerlo?
•¿Qué medidas toma el programa para asegurarse de que solamente las personas que usted haya autorizado podrán recoger a su hijo?
•¿Cuáles son los procedimientos aplicables en caso de que usted desee visitar el programa durante el día?
Salud
•¿De qué manera se le notificará si su hijo sufre un accidente o una lesión, o si se enferma?
•¿De qué manera le notificará el programa en caso de descubrirse que un niño o un miembro del personal tiene piojos o una enfermedad contagiosa?
•¿Podrá el personal del programa administrar a su hijo un medicamento, ya sea que se venda con o sin receta? ¿Y qué de un bloqueador solar, un ungüento para la zona del pañal o un repelente de insectos?
•¿Cuál es la política del programa acerca de los alimentos?
Emergencias
•¿Realiza el programa simulacros de incendio?
•¿De qué manera maneja el programa las emergencias o los casos de desastre? Si resulta necesario, ¿a qué lugar será evacuado su hijo? ¿Cómo le notificarán a usted?
El día de su hijo
•¿Cuántos adultos y cuántos niños hay en la clase de su hijo?
•¿Hay un miembro específico del personal que tendrá la principal responsabilidad de su hijo?
•¿Cómo pasará su hijo el día? ¿Cómo es el programa diario? ¿Existe un plan semanal de actividades que refleje los intereses y las necesidades de su hijo?
•¿Qué ropa debería usar su hijo? ¿Será necesaria una mudada de ropa?
•¿Cuáles métodos disciplinarios emplea el programa?
•¿Existe una política sobre las tareas académicas para los niños en edad escolar?
Eventos especiales
•¿Qué trato le da el programa a los cumpleaños y los días feriados?
•¿Cuál es la política del programa con relación al transporte para las excursiones?
Transiciones
•¿Cuáles planes utiliza el programa para trasladar a su hijo de un grupo de edades a otro? ¿Cómo se le notificará a usted?
•¿Cómo ayuda el programa a usted y a su hijo a prepararse para hacer la transición a un programa nuevo o a una escuela nueva?
•¿Existe una política sobre las expulsiones?
Comunicaciones
•¿Cómo se programan las conferencias regulares?
•¿Cuál es la mejor forma para que compartan información o para que usted haga preguntas?
Participación de los padres
•¿Tiene el programa la expectativa de que usted se ofrezca como voluntario?
Políticas sobre la confidencialidad
•¿De qué manera protege el programa el derecho que tiene su familia a la privacidad y la confidencialidad en lo relacionado con todos los registros de salud, conducta y desarrollo, así como otra información relacionada con su hijo?

Asuntos Adicionales A Considerar
A veces las diferencias culturales y lingüísticas pueden impedir la comunicación. Reflexione sobre la conveniencia de pedir a otra persona que le acompañe en las pláticas.

Si usted está divorciado o separado, trabaje con su proveedor de servicio de cuidado para decidir sobre cómo ambos padres pueden recibir la misma información sobre el desarrollo y la conducta de su hijo, como también la misma información sobre el programa.
Para Más Información
El Juego Al Aire Libre, Todos Los Días:Los Niños Y La Naturaleza
Número 66
Pensándolo bien, durante decenas de miles de años los niños pasaban gran parte de su niñez jugando o trabajando en espacios verdes al aire libre. Dentro de dos o tres décadas en la sociedad de Occidente, particularmente en Estados Unidos, existe el peligro de que eso desaparezca. —Richard Louv, 2006
Richard Louv, autor de Last Child in the Woods (El último niño en el bosque), emplea el término “trastorno de déficit de la naturaleza” para describir lo que le sucede a los niños que están desconectados de su mundo natural. Él establece vínculos entre esta falta de tiempo no estructurado al aire libre y la depresión, los trastornos de atención y el aumento de la obesidad.

Son muchas las razones por las cuales su hijo actualmente pasa menos tiempo al aire libre que usted en su niñez. Hay menos espacios verdes y entornos naturales. Son cada vez más los hogares y los programas de cuidado de niños que tienen instalado equipo de aire acondicionado. La televisión y las computadoras ocupan más tiempo. Es probable que su hijo participe en una amplia diversidad de actividades organizadas. Los medios de comunicación nos informan constantemente que las garrapatas, los mosquitos, el agua contaminada y las personas extrañas hacen que el mundo exterior sea un lugar peligroso. Es posible que el responsable del cuidado de su hijo cuente con un espacio limitado para el juego al aire libre.



El Tiempo Pasado Al Aire Libre Es Importante
Estamos aprendiendo que es importante que los niños pasen tiempo al aire libre sin ninguna agenda programada. Los niños que con regularidad pasan tiempo no estructurado jugando al aire libre tienen una mayor probabilidad de:
•Ser más delgados y estar en mejores condiciones físicas;
•Desarrollar sistemas inmunológicos más fuertes;
•Presentar un nivel más bajo de síntomas de trastorno de déficit de atención (ADD) y de hiperactividad (ADHD);
•Jugar de una manera más creativa y tener imaginaciones más activas;
•Aprender a enfrentarse a los retos y a resolver los problemas;
•Experimentar la forma en que las cosas crecen, maduran y mueren;
•Desarrollar un sentido de curiosidad y de investigación;
•Aplicar principios científicos y matemáticos a situaciones del mundo real; y
•Tener un mayor respeto para sí mismos, para los demás, y para el medio ambiente.
Fomente El Juego Al Aire Libre Para Su Hijo
De la etapa infantil de su hijo en adelante, programe todos los días tiempo para el juego no estructurado al aire libre. Manténgalo sencillo y divertido. Comience en el jardín de su casa y luego extiéndalo a su vecindario y más allá. Aliente a su hijo a que explore utilizando todos sus sentidos: oído, vista, sensación, olfato y gusto. Cuando su hijo haya tenido éxito con actividades sencillas, agregue retos nuevos y más complejos.


Exploren el jardín de su casa

•Busquen insectos, pájaros, árboles y flores silvestres.
•Hagan tortas de lodo. Miren debajo de las piedras. Chapoteen en los charcos de agua. Súbanse en los árboles. Hagan hombres de nieve. Salten en montañas de hojas secas. Miren las estrellas y busquen constelaciones. Busquen lugares tranquilos para leer y reflexionar.
•Siembren vegetales y flores que crezcan fácilmente en un pequeño jardín o en una maceta de madera. Experimenten los procesos de siembra de semillas, deshierbe, riego y cosecha.
•Cuelguen un comedero para pájaros. Obtenga una guía de pájaros y lleven un registro de los pájaros que visiten el comedero.
•Empiecen una colección de piedras, conchas, hojas o insectos.
•Dibujen un pequeño cuadrado sobre la tierra. Haga que su hijo dibuje o escriba sobre lo que encuentre dentro del cuadrado. Luego, haga que su hijo registre periódicamente lo que vea que sea nuevo o diferente.
Investigue el área donde viven
•Ayude a su hijo a preparar una mochila de explorador. Incluya en ella artículos como una lupa, binoculares, bolsas plásticas y recipientes para recolectar objetos, guías de campo, cuaderno y lápiz, cámara fotográfica, botella de agua, refrigerio, crema protectora solar, repelente de insectos, curitas, manta/carpa para sentarse en el suelo o construir una fortaleza, y un teléfono celular.
•Paseen por su barrio. Visiten el parque. Programe suficiente tiempo para correr y explorar.
•Jueguen a la orilla de un arroyo. Jueguen con un trineo. Construyan castillos de arena.
•Hagan compras en el mercado de agricultores.
•Visiten un centro ecológico.
•Visiten fincas y huertos.
Introduzca la naturaleza en su hogar
•Obtenga guías de naturaleza. Aprendan a identificar árboles, hojas, pájaros, flores silvestres y conchas.
•Canten canciones y elijan cuentos para su hijo que tratan sobre las plantas y los animales.
•Ayude a su hijo a ver cómo los alimentos van del jardín a la mesa.
Ofrézcase para trabajar como voluntario
•Preste su apoyo al establecimiento de entornos naturales, como la instalación de césped y rocas en el patio de recreo de su comunidad.
•Trabajen con grupos dedicados al embellecimiento de las comunidades y a la conservación o protección del medio ambiente natural.
•Afíliese a grupos dedicados al senderismo, a la observación de las aves o a la jardinería.
•Ayude al responsable del cuidado de su hijo a crear ambientes naturalistas al aire libre. Aliente al responsable para que programe tiempo no estructurado para que los niños jueguen al aire libre.
Proteja La Seguridad De Su Hijo Cuando Esté Al Aire Libre
Hay varias cosas que usted puede hacer para proteger la seguridad de su hijo cuando se encuentre al aire libre.

Vístalo de acuerdo con el clima
•Cuando hace calor, la ropa debería ser de colores claros, de peso liviano y absorbente.
•Cuando hace frío, su hijo debería ponerse ropa seca en capas. Cada 15 minutos, observe las orejas de su hijo, así como los dedos de sus manos y de sus pies, para asegurar que estén calientes y que sean del color correcto.
•Para las visitas al bosque, usen camisas de manga larga y pantalones metidos en los calcetines.
•Usen botas para jugar en riachuelos u otros cuerpos de agua.
Proteja a su hijo y a sí mismo del sol
•Jueguen en la sombra.
•Usen sombreros o gorras y ropa protectora cuando jueguen al aire libre entre las horas de 10:00 a.m. y 2:00 p.m.
•Usen bloqueador solar de SPF-15 o mayor para protegerse contra los rayos UVS y UVA. Aplique el bloqueador 30 minutos antes de exponerse al sol, y después cada dos horas mientras se encuentren bajo el sol. Consulte a su médico antes de aplicar bloqueador solar en un bebé menor de 6 meses.
Tomen bastante agua para evitar la deshidratación
Traten con respeto las plantas desconocidas y eviten las plantas tóxicas o venenosas. MedlinePlus tiene información disponible en línea sobre la hiedra venenosa, el roble venenoso y el zumaque venenoso, en www.nlm.nih.gov/ medlineplus/poisonivyoakandsumac.html

Quédense en casa cuando el clima sea inhóspito
•Revise los niveles actuales del índice de calidad del aire con su emisora meteorológica.
•Jueguen dentro de la casa cuando la sensación térmica sea de 15 grados °F o menor, o cuando el índice de calor sea de 90 grados °F o mayor.
Lávense la piel expuesta cuando usted y su hijo entren a la casa.

Prevengan o traten las picaduras de insectos
•Use camisas de manga larga cuando vayan al bosque o cuando se encuentren en zonas de maleza. Meta los pantalones dentro de los calcetines. Usen zapatos resistentes.
•Use repelente de insectos para repeler los insectos picadores como los mosquitos y las garrapatas. Aplíquelo principalmente a la ropa, usándolo con moderación en la piel expuesta. La Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos tiene disponible información en línea sobre el uso del repelente de insectos DEET, en www.epa. gov/opp00001/factsheets/chemicals/deet.htm
•Cada dos o tres horas, examínese a usted mismo, a su hijo, a otros miembros de la familia y a sus mascotas para determinar la presencia de garrapatas. El Departamento de Salud del estado de Illinois tiene disponible información en línea sobre la prevención y el control de las garrapatas comunes, en www.idph.state.il.us/envhealth/ pccommonticks.htm
Proteja a su hijo de las personas extrañas
•Instruya a su hijo para que siempre salga con un amigo.
•Instrúyale para que se comunique con usted periódicamente, ya sea en persona o por teléfono celular.
•Practique el juego de “¿Qué harías si . . . ”: “¿Qué harías si alguien te estuviera siguiendo? ¿ . . . si te perdieras? . . . ¿si alguien te ofreciera un dulce?”
•Instruya a su hijo sobre las “casas seguras” (safe homes, en inglés) que operan en su comunidad donde puede ir si algo le ha infundido temor o inseguridad.
Para Más Información
El Departamento de Parques y Recreación de su comunidad tiene información sobre los parques locales, centros ecológicos, clases y campamentos de recreo.
La biblioteca de su comunidad ofrece una abundancia de materiales sobre cómo elegir libros sobre la naturaleza que sean de interés para su hijo y que fomenten la exploración al aire libre.
Audubon Society, www.audubon.org, tiene una sección educativa que ofrece ideas para actividades, manualidades y viajes para familias y maestros. Children and Nature Network, www. childrenandnature.org, tiene recursos para padres, educadores y proveedores de servicios de cuidado de niños sobre cómo involucrar a los niños con la naturaleza.

National Association for the Education of Young Children, Beyond the Journal. January 2008. Teaching and Learning about the Natural World, http://journal.naeyc.org/btj/200801/ default.asp, ofrece ideas, estrategias prácticas y recomendaciones de libros en lo relacionado con la necesidad de dar a los niños oportunidades de explorar, apreciar y valorar el mundo natural.

National Wildlife Federation, Green Hour®, www.greenhour.org, recomienda que los padres den a sus hijos una “Hora Verde” todos los días – una oportunidad para el juego no estructurado y para su interacción con el mundo natural. El sitio web de Green Hour® ofrece a los padres información, herramientas e inspiración para lograr que sus hijos salgan afuera para aprender, explorar y compartir.