quinta-feira, 3 de dezembro de 2009

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Para disfrutar con la familia








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Más allá de los centros termales tradicionales, existen otros complejos, en los que difieren las terapias, infraestructura y opciones recreativas. Conviene informarse antes.



San Clemente del Tuyu (Bs. As.). Cuatro piletas con aguas termales marinas, que funcionan de 10 a 18. Entrada de lunes a viernes, $ 30; 3 a 10 años, $ 20; fines de semana y feriados, $ 33 y $ 22 (02252- 42-3000 / info@termasmarinas.com.ar / www.termasmarinas.com.ar).

Santa Teresita (La Rioja). En la hostería Santa Teresita, a 7 km de Villa Mazán. La doble, baño termal, piscina y desayuno, $ 145; p/3, $ 190. Además, pozos y chorros públicos muy rudimentarios, sin servicios (03827- 420-445 / turismo@larioja.gov.ar / www.larioja.gov.ar).

Larroude (La Pampa). Una pileta deportiva y otra termal a 29° para contracturas y reuma. Están por reabrir el spa, ampliado. Lunes a sábados, $ 2; dgos., $ 5; h/5 años, gratis. Cabaña p/2, desayuno y TV, $ 75; p/4, $ 115 (02302- 492-200 / www.bernardolarroude.gov.ar).

Chajari (Entre Rios). Todos los días de 7 a 1, aguas cloruradas en 5 piletas con hidrojet; estimulan funciones orgánicas; $ 8; 4 a 12 años y jubilados, $ 3; carpa, $ 5; motorhome, $ 9 (03456- 42-1241/3765 / www.termas-chajari.com.ar).

Saenz Peña (Chaco). Para afecciones musculares, articulares, circulatorias, de piel, musculares y nerviosas; baño termal, turco y sauna en el Complejo Municipal, $ 5,50 cada uno; jubilados, $ 3 (03732- 430-030 / info@elchacotermal.com.ar / www.elchacotermal.com.ar).

Balde (San Luis). A 30 km de San Luis capital, aguas alcalinas, sulfatadas, mineralizadas, bicarbonatadas y cloruradas para reuma y exceso de peso, entre otras afecciones; habitación doble, desayuno y pileta termal en hotel Los Tamarindos, $ 218; cabaña, $ 252; suite, $ 390 (02652- 442-220/499-319).

Guatrache (La Pampa). Agua 10 veces más salada que el mar, para afecciones de piel y reuma; pileta termal, $ 8; climatizada, $ 15; hidromasaje, $ 18; máscara de fango, $ 15; completo, $ 40; masajes (1 h.), $ 50 (02924- 492-127 / termas@deguatrache.com.ar / www.termasdeguatrache.com).

Fiambala (Catamarca). 14 piletas al aire libre, a 1.700 m de altura; $ 6; bungalow, $ 25 por persona; dormy con baño a compartir, $ 20; hab. doble en hostería, $ 50 ó $ 80 (03837- 496-250 / fiambalaturistica@hotmail.com / www.fiambala.gov.ar).

Gualeguaychu (Entre Rios). Complejo termal en Pueblo Belgrano, camino a Ñandubaysal; 4 piletas (una cubierta) e hidromasajes; $ 13; menores y jubilados, $ 10 (03446- 499-167 / www.gualeguaychutermal.com). Hace una semana fue inaugurado el complejo Termas del Guaychú (ruta 14 km 64); $ 20; 5 a 10 años, $ 10; h/5 años, $ 2 (www.termasdelguaychu.com.ar).

San Jose (Entre Rios). 7 piscinas termales junto al río Uruguay, pesca, artesanos y circuito histórico (03447- 423-834 / tursanjose@ciudad.com.ar / www.termasdesanjose.com.ar).

Maria Grande (Entre Rios). Piscinas, hidromasajes, spa, juegos, camping y 60 cabañas, a 50 km de Paraná; $ 14; 4 a 12 años, $ 6 (lu. a jue., $ 5); jubilados, $ 10 (0343- 494-0494/0798 / www.termasmaria grandesa.com.ar).

Concordia (Entre Rios). 5 piletas entre eucaliptos y pinos, juegos, restaurante, masajes, camping, circuitos ecológicos y cabalgatas; entrada, $ 18; 4 a 12 años y jubilados, $ 15 (4857-3978 / 4856-3520 / termas concordiacapital@hotmail.com / www.termasconcordia.com.ar).

Villa Elisa (Entre Rios). 6 piletas y turismo rural; $ 20; h/10 años y jubilados, $ 10; auto, $ 5 (03446- 480-687 / termasve@ar.inter.net / www.termasvillaelisa.com).

Colon (Entre Rios). Muy buenos servicios e infraestructura; entrada, $ 7; jubilados, $ 4; 3 a 11 años, $ 3; masajes o fango, $ 20 (03447- 424-717 / termascolon@interlap.com.ar / www.termasdecolon.com.ar).

Los Molles (Mendoza). Agua salina cerca de Malargüe y del centro de esquí Las Leñas (02627- 471-659).

Miramar (Cordoba). Baños con azufre y safaris fotográficos en laguna Mar Chiquita (03563- 493-003).

Domuyo (Neuquen). Ollas naturales, arroyos calientes, cascadas y géiseres junto al volcán Domuyo; ideal para tratar la artritis y problemas de piel (0299 - 442-4089).

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SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Vacaciones confortables, pero en camping. Es una alternativa que cada vez tiene más adeptos en la región de los lagos. Cientos de familias transportan el campamento, cañas de pescar, colchones inflables, DVD portátil y hasta la PlayStation para pasar unos días a orillas de los espejos de agua y al pie de la Cordillera, prácticamente "fundidos" con la naturaleza.

Señal de telefonía celular, servicio eléctrico con grupos electrógenos, caminos transitables e innumerables servicios se despliegan en un amplio radio cerca de esta ciudad y en jurisdicción del Parque Nacional Nahuel Huapi, donde existen 22 campings organizados que dejaron de ser una opción sólo para jóvenes para consolidarse como una elección familiar.

"No hay hoteles en lugares tan lindos y el contacto con la naturaleza es impagable. Acá se destaca el valor de lo natural; los chicos lo valoran", explica a LA NACION Juan Pablo Van Keulen. Junto a su numerosa familia llegó desde Buenos Aires acarreando tres carpas, equipo de pesca, bicicletas y todo tipo de comodidades para pasar casi un mes de campamento en Los Rápidos, a 45 kilómetros de esta ciudad y a orillas del lago Mascardi y el río Manso.

Chicos y grandes muestran el disfrute por vivir unos días alejados del cemento de las ciudades y el bullicio de los autos, aunque muchos no pueden despegarse de la tecnología y llevan reproductores portátiles de DVD para ver películas si llueve, la PlayStation, la notebook y el iPhone.

En el camping, el amanecer silencioso sólo es interrumpido por los pájaros carpinteros que retumban con su particular sonido en los oídos; y al caer el sol comienzan a desfilar los hombres que acarrean leña para hacer el tradicional asado familiar al aire libre, que se espera entre charlas, juegos de cartas y aperitivos.

Todas las comodidades
Los campings organizados de la zona cuentan con fogones, servicio eléctrico, baños y duchas en excelentes condiciones, agua caliente las 24 horas, salones sociales, comedores, lavadero de ropa, asistencia médica y proveeduría. Algunos, incluso, tienen cabañas o refugios como alternativa para días fríos o lluviosos.

La logística para llegar de campamento con todas las comodidades es amplia. Fernando Sammarco cuenta que instala su casilla rodante en el camping al comienzo de la temporada de pesca deportiva, en noviembre, y para las fiestas de fin de año comienza a llevar provisiones, artículos de camping, electrodomésticos, y a sus cinco hijos y su esposa, que viven en Bariloche, para pasar todo el verano en contacto con la naturaleza.

La casa rodante tiene calefacción con tiro balanceado. Además, incorporó una cocina pequeña con horno para cocinar para el "batallón", al que en la última semana se sumaron los Elizondo, una familia amiga de Bolívar que conocieron el verano anterior en el mismo sector del camping. Ahora decidieron disfrutar todos juntos. Unos salen por la mañana a hacer ejercicio; otros, a pescar, en lanchas propias con las que recorren el Mascardi.

La única mujer adolescente del gran grupo es Florencia, de 17 años, que los acompaña para sacar fotos y tomar sol en alguna isla del lago.

El camping Los Rápidos es uno de los más conocidos en la zona, por sus servicios y por el paisaje. "El perfil es familiar. La energía eléctrica se mantiene sólo hasta la medianoche y eso restringe el alboroto", explica su propietaria, Tasha Joos.

A pocos kilómetros, aún más cerca de la ciudad, en la orilla sur del lago Gutiérrez, el camping Los Baqueanos comenzó a sumar en los últimos años otras alternativas recreativas, como kayak, cabalgatas, mountain bike , palestra para chicos, juegos de agua y de cuerdas en el bosque.

El camping, que administra desde hace 14 años Hugo Vereertbrugghen, tiene además una pantalla de cine, un refugio con 30 camas para quienes no quieren acampar, restaurante con platos regionales y transporte propio para llegar a la ciudad.

Aun con días poco soleados los turistas continúan desplegando sus enormes carpas y acomodando el territorio, rodeados de camionetas 4x4, autos importados y casas rodantes.

"Para pasar las vacaciones en camping se requiere haber tenido una infancia en la que era cotidiano este tipo de aventuras. Cuando uno es grande quiere enseñarles a los hijos esas cosas lindas", dijo Lula, que desde hace un mes lleva recorridos más de 2000 kilómetros con sus dos hijos y su esposo, desde Villa Pehuenia (Neuquén) hasta Bariloche.

Otros no tienen experiencia en camping, pero se animan, como los González, una familia porteña que, convencida por parientes neuquinos, llegó por primera vez a un camping patagónico. Eso sí: aseguran que, antes de volver a casa, dormirán al menos una noche en hotel.


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Cuánto cuesta acampar
precios Unos $1300 es lo que debe invertir una familia tipo en carpa, bolsa de dormir y otros accesorios alternativas Cerca de ríos y montañas, los campings ofrecen todos los servicios desde $40 por día.
04-01-2009
Vanina Buenanueva
vbuenanueva@diariouno.net.ar


Salir de camping puede ser una alternativa divertida y económica para tener en cuenta en estas vacaciones. Si nunca experimentó pasar unos días al aire libre y en contacto con la naturaleza, debe tener en cuanta varios consejos y tomar ciertas precauciones para que todo salga de la mejor manera posible.

En Mendoza hay una gran cantidad de campings que ofrecen todos los servicios necesarios para que la comodidad sea “casi” como en casa. Pero claro, la comodidad depende de los artículos que se elige llevar o en algunos casos que se opte comprar.

Adquirir un equipamiento nuevo para cuatro personas cuesta alrededor de $1.300. Esto incluye una carpa , bolsas de dormir, colchonetas, mesa de camping plegable, conservadora o hielera, anafe para cocinar y lámpara a gas.

A esto hay que sumarle el costo del lugar donde se acampará que, para cuatro personas, ronda los $100 diarios.


A la hora de elegir el lugar
La mayoría de los campings ofrece servicio de duchas con agua caliente, baños comunes, quinchos, churrasqueras, mesas y sillas. El precio de la entrada también incluye el derecho al uso de la pileta.

En el Valle de Uco hay una gran variedad de lugares habilitados para acampar. Por ejemplo, en el camping Los Álamos se paga $30 por persona por día y los menores abonan $15.

En Tunuyán, uno de los mejores lugares para visitar es el complejo Cohi Lihué, que está camino al Manzano Histórico. Allí se abona $20 por persona y además se paga $40 por día el quincho exclusivo, con agua, luz, churrasquera, mesa y sillas, al que tiene derecho el propietario de la carpa.

En El Carrizal, los precios son más bajos que en el resto de la provincia. En el camping Ancorena, el costo de la entrada es de $12 a partir de los 13 años. Y por única vez al instalar la carpa se paga $8.


Los artículos necesarios
“El equipo básico para salir de campamento consta de carpa, bolsas de dormir, colchonetas, mesa de camping y conservadora. A estos se le pueden agregar más accesorios que mejorarán la estadía en los campings”, señaló Manuel Vallejos, de Rezagos del Ejército.

Dependiendo de la marca y la calidad, una carpa para una familia tipo, es decir cuatro personas, se puede conseguir desde $250 (la básica). Si se prefiere algo más intermedio, hay que pensar en gastar unos $350. La mayoría tienen cubretecho hasta el piso, que impide que se filtre el agua.

En cuanto a las bolsas de dormir, las impermeables se pueden conseguir entre $70 y $150 (en algunos supermercados se pueden encontrar algunas más económicas desde $40).

Si bien los artículos “no han aumentado en su valor con respecto al 2007, las ventas han bajado”, comentó Graciela de Cavagnola, dueña de El Montañés. A lo que agregó: “La gente averigua precios, consulta mucho pero es cauta a la hora de la compra”.


Datos a tener en cuenta
Acampar puede ser una experiencia inolvidable para la familia. Hay que tener en cuenta que los lugares que se elijan deben estar habilitados para ofrecer servicios y también que cumplan con lo prometido.

Hacer una lista con todo lo necesario es lo mejor para no olvidarse nada. Si se lleva alimentos desde casa, se debe garantizar y continuar las cadenas de frío en lácteos, cremas, carnes o salsas, entre otros productos. Lo recomendable es llevar los no perecederos en lata o cajas, mientras que para los que sean más propensos a variar su composición lo mejor es comprarlos en el lugar en el que se acampe o bien en establecimientos donde se brinde mayor seguridad en cuanto a la conservación y la higiene.

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Comenzó el buen tiempo y dan ganas de tomar aire. Arroyos, ríos, montañas y toda la costa argentina nos están esperando. ¿Por qué no probar algo diferente? Por ejemplo, planear un campamento con los hijos, la familia o los amigos, algo que debería hacerse al menos una vez en la vida.

Ir con la carpa a cuestas ya no es sinónimo de turismo estudiantil. Existen mochileros de alta teconología, campamento con restaurante y estancias que ofrecen desayuno campestre -con leche ordeñada y pan casero- a sus huéspedes acampantes.

En Gualeguaychú hay un camping con sector VIP y en San Clemente del Tuyú, otro con rotisería y delivery hasta su tienda. Los precios, es incuestionable, son más baratos: entre 4 y 25 pesos por día.

En términos generales hay tres tipos de campings: agreste, libre y organizado. Los primeros tienen letrinas, agua potable y proveeduría, pero los libres, aunque requieren un permiso de estada, no brindan infraestructura alguna, aunque estén habilitados por las autoridades locales o la Dirección de Parques Nacionales. En general se los elige para pasar la noche rumbo a otro destino.

En un predio organizado, algunas cuestiones ya están resueltas: sanitarios, luz eléctrica, proveeduría, parrilla, teléfonos públicos, vigilancia y, a veces, juegos infantiles, amarre, atención médica y zonas para practicar deportes.

Aunque en éstos las vacaciones ecológicas son más fáciles, hay que familiarizarse con el código que rige a un vecindario de campamentistas. Allí nadie espera a un peregrino cuyos actos estén dirigidos a subrayar una sola frase: Llegué yo.

Si en la juventud vio muchas películas de mochileros, debe creer que las guitarreadas duran hasta la madrugada. Deje de lado los iconos del séptimo arte, porque nada es más inexacto: el silencio es muy apreciado en un camping.

Cuidado con los vecinos
La premisa básica es que todas las actitudes de un viajero repercuten en sus vecinos incidentales. Y hay dos ítem que requieren especial atención: la fogata y el tratamiento de los residuos.

No es necesario armar un fuego incendiario. Uno pequeño es más fácil de controlar y apagar, antes de dormir o abandonar el predio. Para extinguirlo, no basta con retirar los leños. Se debe arrojar agua en las cenizas y removerlas. Mejor aún es la combinación de agua, arena y tierra.

En cuanto a los residuos, cualquier predio debe dejarse como se lo encontró. La basura orgánica se entierra y la inorgánica (pilas, vidrios, plásticos, latas, etcétera) se recoge en bolsas y deposita en el lugar indicado.

Nada debe tirarse en un curso de agua, ni siquiera los restos de comida. El uso de jabones y detergentes se restringe a lo indispensable.

Dentro de un camping sucede lo mismo que al transitar por las rutas patagónicas: todos se saludan, aunque no se conozcan.

Pese a que todos acuden con una actitud positiva hacia la naturaleza, esa premisa se hace añicos cuando el perro propio hurga en una carpa ajena o se dejan restos de comida a la intemperie, para que pájaros y animales conviertan el predio en un chiquero.

Por otra parte, actualmente existe un equipamiento muy amplio para ir de campamento, que incluye desde garrafas descartables hasta colchones comodísimos. Sin embargo, sería en vano buscar en la selva o la montaña el confort que encuentra en el sillón de plumas de su casa. Pase por alto la ropa arrugada, un poco de barro, los insectos dispuestos a arruinarle la fiesta, y vaya en busca de otras emociones, más cerca del titilar de las estrellas.

El abecé del campamentista
Alto y seco es la regla básica: acampar en un terreno alto, seco y sin pendiente. Nunca cerca de un río o de la costa marina.


Si hace frío, oriente la carpa para recibir sol directo la mayor parte del día. El frente, siempre en posición contraria al viento.
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En un bosque, ubíquese bajo los árboles tupidos y poco altos. Durante una tormenta, ajuste las estacas de la carpa y no permanezca dentro de ella (los árboles atraen los rayos).
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En un predio sin infraestructura, elija un lugar próximo a una fuente de agua.
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Existen pastillas purificadoras, pero si no las tiene, recuerde que el agua se purifica dejándola hervir 5 minutos. O poniendo 2 gotas de lavandina por litro de agua o el doble si ésta es turbia. O también con la tintura de yodo del botiquín: 5 gotas por litro de agua o 10 si es turbia.

En todos los casos, dejarla reposar 30 minutos antes de usarla. El sabor mejora con una pizca de sal o aireándola (volcarla varias veces de un recipiente al otro).


El fuego sólo se hace en sitios permitidos, sobre tierra o arena. Se prepara dentro de un círculo de piedras, con hojas y ramitas del piso.
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La madera verde no sirve porque la savia fresca provoca un fuego de velita de cumpleaños: lento, débil y con chispazos. La combustión se hace con fósforos, nunca con querosén, alcohol u otro producto inflamable.


No fume o encienda faroles dentro de la carpa. Ventílela a diario y, al regresar a casa, séquela bien antes de guardarla, para que no se resquebraje o acumule hongos.
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El piso y el sobretecho deben plastificarse cada dos años, para garantizar su impermeabilidad.
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No olvide llevar un alargue de 10 metros con zapatilla, linternas, hacha, pilas, pala chica (para hacer la canaleta alrededor de la carpa), cuchillo, pastillas potabilizadoras, utensilios de cocina irrompibles y livianos, una garrafa con hornalla (si se va a cocinar), colchonetas (las inflables son mejores), botiquín completo con protector solar, repelente de insectos y gorros.

Vamos de campamento

Se viene el final del verano, la época ideal para las últimas escapadas de camping. Entre mochilas, bolsas de dormir y carpas, vivir bajo el cielo y las estrellas es una manera accesible y divertida de ponerse más cerca de la naturaleza, con cierto sabor a aventura.




El camping y las mochilas no son sólo una forma de turismo adolescente: hoy lo eligen también muchas familias con chicos, en busca de una forma de turismo informal y cerca del verde, y “veteranos” que acostumbraron durante años cruzar las rutas argentinas carpa al hombro, dispuestos a repetir las experiencias de aquellos dichosos veranos pasados al aire libre. Infraestructura no es lo que falta: en los principales puntos turísticos argentinos, si la geografía y el clima lo permiten, hay campings con todos los servicios donde empezar a foguearse en las lides de montar la carpa, desenrollar bolsas de dormir y encender fogones.
Estos palacios tienen estrellas de a millones, todas las que se pueden ver por las noches, sentados alrededor del fuego. En algunos, todos los servicios básicos están contemplados: hay tomacorrientes, caños de agua, baños, parrillas y proveedurías. En otros se privilegia el sabor de la aventura y los servicios son más reducidos. Pero en todos los casos se pone para el turista aire libre y paisajes a lo grande, sin cargo.
El camping es también una increíble fábrica de recuerdos, desde los mejores hasta los... olvidables. Según el espíritu que se le ponga, tratar de tender la carpa bajo los vientos feroces del sur, soportar un aguacero en los Andes, o descubrir que la mochila fue visitada por roedores durante la noche, puede ser un episodio divertido o calamitoso. Es que hay distintas clases de acampantes, como los hay de campings. Si se quiere acampar con familia, los lugares ideales son la costa atlántica y las sierras cordobesas, donde hay muchos terrenos muy bien preparados que contemplan las comodidades habitualmente necesarias. Se trata de una forma de acampar muy distinta de la que eligen los jóvenes post-adolescentes cuando recorren cada verano la Patagonia, mochila al hombro, armando y desarmando sus carpas cada noche donde hayan llegado, a veces sin mirar demasiado si el lugar está habilitado o no para tender carpas.

La casa portátil. Todos los que pasaron por una tormenta, y se mojaron por no haber cuidado demasiado sus equipos, lo saben. Tanto como la calidad del material, importa su cuidado y mantenimiento en una salida de camping. Las telas de las carpas tienen que ser empacadas sin humedad, las bolsas de dormir bien ventiladas antes de encerrarlas, las estacas bien lavadas luego de clavarlas en tierra. En fin, todo un ritual que forma parte del camping tanto como la fogata o la caminata con recipientes en la mano en busca de agua. El elemento primordial es, por supuesto, la carpa. Las hay de todas las dimensiones y formas. Las viejas canadienses de tela azul son apenas un recuerdo romántico de otras épocas: hoy las carpas son de telas sintéticas, de colores vivos y fuertes. Los piquetes y los soportes de acero fueron reemplazados por materiales igualmente resistentes pero mucho más livianos. Hay carpas con habitaciones aisladas entre sí, con aleros varios, con espacios para armar una cocina; carpas que son apenas un techo del largo de una persona y que no tienen otra comodidad más que un cierre relámpago y un mosquitero en la puerta, en tanto otras son mansiones portátiles en miniatura. Las más famosas y corrientes, sobre todo entre los jóvenes, por su peso, practicidad y precio, son hoy día las carpas iglú.
La elección de un modelo de carpa puede basarse en parámetros como “¿cuántos cabemos aquí dentro?”, “¿cuánto cuesta?”, “¿qué tal la solidez de la tela y la practicidad del armado?”. Se complementa con la elección y la compra o no de muchos otros elementos: bolsas de dormir, calentadores, heladeras portátiles... En realidad, todo depende del tipo de camping que uno quiera hacer. Si se va en familia y con un auto, el equipamiento puede ser consecuente y muy completo, desde herramientas hasta lámparas con pilas, mesas y sillas. Si se va con mochila únicamente, cada gramo tiene que ser estudiado con rigor científico, para no tener que lamentarse luego de cargar sobre los hombros durante varios días kilos y kilos de material superfluo.

Bolsas y mochilas. Las bolsas de dormir son indispensables, independientemente de la modalidad elegida. Los adelantos de la industria las hacen cada vez más delgadas, resistentes y cálidas. Las hay también totalmente cerradas, con apenas un pequeño espacio para respirar, para las expediciones a regiones frías o la alta montaña. Pero como el extremismo no es de rigor en la mayoría de las salidas de camping, una bolsa común no presenta muchas dificultades de elección más allá del precio y los colores. Es aconsejable prever una colchoneta, sobre todo si se acampa fuera de terrenos concesionados, para acomodarse a la dureza del suelo (y, sobre todo, de las piedritas que siempre se deslizan bajo el lugar preciso donde se ha encontrado la mejor posición para dormir).
No hay que olvidarse de algunas herramientas como cuchillos, hacha, martillo (muy útil a la hora de clavar las estacas en terrenos duros) o fósforos. Si no se viaja con auto, la mochila es indispensable. Como las carpas, hay de varias formas y tamaños. La elección, una vez más, depende del uso que se le va a dar, de la cantidad de elementos a llevar, del precio, del gusto personal por tal o cual forma y tal o cual equipo de bolsillos exteriores. Pero el relleno de la mochila es tan importante como su elección. Así como cuando se viajaba a lomo de caballo había que cargar de manera equilibrada las alforjas de la montura para no cansar ni herir al caballo, hay que distribuir el contenido de la mochila de manera equilibrada sobre ambos hombros, y sobre todo repartir bien el peso (contrariamente a las leyes de gravitación universal, los elementos más pesados se cargan arriba, mientras los más livianos van a parar al fondo de la mochila).

Todo-terreno. En materia de lugares de acampe, existe una extensa gama. Según el lugar de veraneo y las comodidades que uno quiera conseguir, se puede acampar en verdaderas ciudades de carpas y lonas o bien plantar la carpa en lugares aislados sin ninguna comodidad ni servicio, en algún rincón de los Parques Nacionales.
Los campings con las mejores infraestructuras son generalmente los que se encuentran en las localidades turísticas de las sierras cordobesas y la costa atlántica. Se encuentran en centros urbanos y se privilegia la proximidad de servicios y de infraestructuras urbanas sobre los entornos naturales. Estos terrenos se subdividen en parcelas donde las familias instalan sus carpas. Los terrenos proveen tomas de luz y agua (agua caliente incluida), tienen baños, duchas, proveedurías y parrillas. Los más completos ofrecen incluso equipamientos deportivos, cajas de seguridad, alquiler de equipos, confitería, salón de video y televisión... en pocas palabras, casi dejan de ser campings para convertirse en hoteles todo terreno, aunque siempre con la carpa como techo.
Si se privilegia el contacto con la naturaleza, el extremo opuesto es acampar en los Parques Nacionales. A veces se puede contar con algún terreno nivelado, pero casi siempre quienes practican esta forma de camping privilegian sobre cualquier comodidad los paisajes y el exotismo de lo rústico. Sin embargo, no siempre hay que elegir entre duchas o paisajes dignos de cuadros, instalaciones de cocina o la sensación de estar solos en un lugar virgen. Existen algunas soluciones a mitad de camino: son terrenos que parecen áreas parquizadas, en los cuales se ofrece un mínimo de servicios y se pone distancia entre una carpa y otra.
En una modalidad totalmente distinta, algunos complejos y recreos ofrecen también alguna porción de sus instalaciones para acampar. La convivencia es máxima y es preciso privilegiar la diversión, las actividades grupales y las infraestructuras deportivas si se elige esta opción. A continuación, listamos algunas sugerencias para los destinos más turísticos del país (antes de organizar un viaje conviene corroborar períodos de apertura y servicios con cada camping), en tanto si se quiere acampar en los Parques Nacionales lo mejor es informarse sobre las posibilidades y requisitos con los guardaparques y en las oficinas de APN. En las propuestas mencionadasen esta nota se contemplan terrenos que ofrezcan por lo menos servicios de luz, agua y agua caliente, instalaciones para la cocina, baños y duchas, estacionamientos, salas comunes y algunos atractivos adicionales.

Del Delta a la Costa. Cerca de Buenos Aires, la principal zona de campings es el Delta del Tigre, en su gran mayoría recreos que permiten acampar en sus terrenos: el Centro Náutico Delta del ACA (4728-0407), el Ciervo Rojo (4728-0079) o el Parque Lyfe (4728-0073). Un poco más lejos del conurbano, el camping del Tiro Federal de San Pedro goza de cierta reputación por sus instalaciones, con piletas, un bar, instalaciones deportivas, servicio de traslados y la posibilidad de pescar en el Paraná (03329-423408). Sin embargo, las regiones mejor provistas de terrenos en la provincia de Buenos Aires son las de Sierra de la Ventana y la costa. En Sierra de la Ventana está el Camping Municipal (0291-4910014), que tiene un servicio muy razonable (con un salón, proveeduría, caja de seguridad, instalaciones para comer y cocinar), y el Camping Sierraventura, que se caracteriza por aceptar mascotas y tener un salón de televisión (0291-4524787).
Bordeando la costa, una gran variedad de terrenos proponen alternativas para todos los gustos y, sobre todo, todos los presupuestos. Entre todos ellos, se destacan los Campings Kümelkan I y Kümelkan II de San Clemente del Tuyú, ambos con servicios muy completos y muy bien preparados para la pesca y actividades náuticas (02252-430151), el Camping Estancia El Carmen en Santa Teresita, de equipamientos completos tanto en infraestructura como deportivos, que cuenta además con un recorrido de golf (02246420220). En Mar de Ajó, el Camping Nueva Atlantis ofrece también una gama muy completa de servicios y tiene buenas instalaciones deportivas (02257422145), en tanto en Pinamar se pueden mencionar el Autocamping Saint Tropez, que además de todos los servicios habituales alquila ropa de cama y tiene su propio muelle sobre el mar (02254-482498), y el Camping Quilmey Lemú, que ofrece parcelas techadas como servicio adicional (02254-484949). El Pucará del Mar, de Villa Gesell, ofrece una extensa gama de propuestas deportivas, con alquiler de caballos, bicicletas y cuatriciclos, además de deportes náuticos (02255-458462). En Mar del Plata, la mejor oferta deportiva y la gama de servicios más completa se encuentra en el Complejo El Griego (0223-4672599). También están los campings Calasanz (02234790333) y El Faro (0223-4670732), con buenos niveles de servicios.
Más al sur, sobre la costa, las Cabañas del Quequén figuran entre los complejos más completos del país. Están en Necochea y tienen, además de los servicios habituales, una sala de conferencias, guardería, lavandería, servicios de Internet, muelle propio, piletas y muchos otros equipamientos (02262-428068). A poca distancia, también en Necochea, el Camping Americano fue uno de los precursores de los terrenos con muchos servicios para el camping en familia (02262-435832), aunque su sucursal más completa sea la de Monte Hermoso, una de las más completas del país (0291-4564939).

Campings patagónicos. En el sur, la Patagonia es una tierra de camping muy concurrida por los mochileros en verano. Pero hay también excelentes ofertas para quienes no buscan tanta aventura sino más equipamiento y previsión en sus vacaciones. Los terrenos Ñorquinco y La Vieja Balsa se encuentran entre ellos, ambos en Aluminé, en el norte de la provincia de Neuquén (02942-496155 y 496368 respectivamente). En San Martín de los Andes, el más completo es el de Playa Catritre (02972-428820), en Villa La Angostura el Camping Osa Mayor (02944-494304) y en Bariloche El Yeti (02944-442073), que tiene además una pileta. En El Bolsón, la alternativa más completa es la que ofrece La Chacra, con toda una gama de actividades acuáticas (02944-492111). En Chubut, el Complejo Bahía Rosales, sobre el lago Futalaufquen –en el Parque Nacional Los Alerces–, es el más completo de toda la Patagonia, con oferta gastronómica, propuestas deportivas que incluyen alquiler de caballos y bicicletas, salidas deturismo aventura, personal multilingüe y estacionamiento cubierto (02945471044). Sobre la costa patagónica se pueden destacar El Oasis en Las Grutas (Río Negro, 02920-15622728), el Municipal de Rada Tilly y el camping Paseo Amutui Mi Quimey Hue, de la zona de Comodoro Rivadavia (0297-4548876 y 4452918, respectivamente). En el extremo sur del país se puede mencionar el terreno de la Pista del Andino, en las afueras de Ushuauaia (02901-435890), que ofrece instalaciones completas con una cafetería, guardería de equipaje y lavandería.

Andes, cataratas y sierras. En el otro extremo del país, en Jujuy, el camping más completo es el de El Refugio, en Yala (0388-4909344), con pileta, emergencias médicas, servicios de acceso a Internet y actividades de campo. Los Andes salteños no son propicios para acampar, pero entre los terrenos de segunda categoría se destacan los de Luz y Fuerza y el Lorohuasi, ambos en Cafayate (0368-421051 y 421568 respectivamente), que cuentan con un nivel de confort muy razonable.
En Misiones, el Viejo Americano es otro de los más completos del país, con una gama completa de servicios y equipamientos y muchas propuestas deportivas y actividades al aire libre. Se encuentra en Puerto Iguazú (03757-420190). En Entre Ríos, las instalaciones de los campings Ñandubaysal de Gualeguaychú (03446-423298) y del Viejo Molino, en las cercanías de Colón (03442-425160), son opciones muy interesantes para los porteños por su cercanía.
En Mendoza, el más completo es el Complejo Cipolletti del ACA, en Luján de Cuyo, con un salón de conferencias, salones comunes, servicios de Internet, lavandería y emergencias médicas, entre otros (0261-4981621). El Parque de Agua Termas de Cacheuta está muy bien provisto de equipamientos para actividades acuáticas y cuenta con un buen nivel de confort (02624490152). Al sur de la provincia se pueden destacar el Camping Rayuela, la Posta del Cholo y el Carmen, en San Rafael (0261-4252085, 02627-15669605 y 02627-441078 respectivamente). En el Cañón del Atuel, la meca del turismo aventura en Argentina, los complejos Ayum Elun y Condorí son algunos de los más completos del país, y cuentan con una excepcional oferta deportiva y de actividades al aire libre (02627-428366 y 420042). En la vecina provincia de San Luis, el complejo Cerro de Oro de Merlo se destaca por su completa infraestructura y sus piletas (02656-477496).
Finalmente, en las serranías de Córdoba se encuentran varios terrenos con excelentes infraestructuras, como Los Chañares, La Selva y Sol y Río, en Villa Cura Brochero (03544-470888, 479925 y 470639 respectivamente), Orillas del Lago en Mina Clavero (03455-499024), el Calabalumba en Capilla del Monte (03548-489601), el Centro ACA de Villa Carlos Paz (03541422132), el rincón de Mirlos en Villa General Belgrano (03546-420850). Mientras tanto, los complejos Valle del Sol (03546-420572) y Miami (03546499613), de Santa Rosa de Calamuchita, son los más completos de la provincia.