sábado, 27 de fevereiro de 2010

bistro

Si lo que estás buscando es una experiencia gastronómica diferente, aquí tenés una hoja de ruta para que empieces a convertirte en un buen gourmet.






1. RESTO

Ubicado en la Sociedad Central de Arquitectos, Restó ganó fama y prestigio cuando era conducido por la excelente María Barrutia. La receta es la misma que entonces: cocina francesa contemporánea a cargo del chef Guido Tassi, que fuera segundo de Barrutia, cuando ella estaba al frente. La carta es breve. El lugar, blanco y silencioso, tiene el delicado encanto de la austeridad. Este restaurante es uno de los favoritos de los gourmands porteños. La codorniz rellena, imperdible. Jueves y viernes también abre por las noches. Capacidad: 32 cubiertos.

(Montevideo 938, Recoleta / T. 4816-6711)



2. AZEMA EXOTIC BISTRO

Su chef-propietario, Paul Jean Azema, es uno de los precursores de la gastronomía exótica en Buenos Aires. Lo suyo es la comida especiada y picante (cocina creole de las colonias francesas), que se expresa en platos como tartare de salmón, maracuyá y chile o cordero en sartén con chilli, menta y cilantro. Con bajo perfil, al margen de los caprichos de la moda, este bistró lleva 5 años en Palermo, siempre a salón lleno. El propio chef suele tomar los pedidos. Uno de los mejores restaurantes de Buenos Aires.

Capacidad: 45 cubiertos.

(Angel Carranza 1875, Palermo / T. 4774-4191)



3. URONDO BAR

El chef Javier Urondo propone una cocina creativa que encuadra a la perfección con la estética de viejo almacén que tiene el local, ubicado en una linda esquina de Parque Chacabuco. Pocos platos, pero elaborados con esmero y buenos ingredientes: el grávlax de salmón con cítricos o el bife americano con verduras grilladas son sus clásicos. Más allá de la comida, el restaurante Urondo es famoso por su carta de vinos organizada por estilos, creación del sommelier Sebastián Konkourat –socio de Javier-. Durante la semana es cada vez más frecuentado por gente de buen poder adquisitivo que está harta de ser esquilmada en los polos gastronómicos de moda. Capacidad: 40 cubiertos.

(Beauchef 1204, Parque Chacabuco / T. 4922-9671



4. CAFE SAN JUAN

Acá no se a va buscar decoración, sino comida mediterránea de primera. El chef Leandro Cristóbal conduce este bistró familiar con verdadera dedicación y ojo clínico para el producto. En eso, el rigor se impone: si no encuentra buen tomate en el mercado, por ejemplo, no hay platos con tomate en las pizarras. Se lucen las carnes no tradicionales como conejo, liebre o pescados de río. Destacan el paté, los escabeches y la pasta, todo fatto in casa y servido en porciones generosas. Cocina simple, con estilo refinado y texturas contrastantes. Precios muy razonables. Mesas abigarradas. Capacidad: 34 cubiertos.

(Av. San Juan 450, San Telmo / T. 4300-1112)



5. FREUD & FAHLER

Un milagro palermitano que ofrece sutilezas y buen gusto a pocos metros de Plaza Serrano. Eso es lo que logra Pol Lykan, el circunspecto chef que prefiere mostrar lo que sabe en cada plato antes que hablar. En su casa todo es detalle y pulcritud, desde la carta bocetada a mano, a los trazos nostálgicos de maderas viejas y lámparas antiguas. Lo mejor, los panes livianitos que elabora en la panadería anexa, las entradas verdes, y las carnes siempre decoradas con flores y cereales. Ideal para una cena romántica. El dato, la buena música que el propio Lykan elije. Capacidad: 40 cubiertos.

(Gurruchaga 1750, Palermo / T. 4833-2153)



6. TIPULA

Este restaurante de Martínez lleva tres años sirviendo lo que mejorhace su chef y propietario Hernán Gipponi, formado aquí con ellegendario Gato Dumas y con Berasategui en España: un cruce entre laculinaria española y criolla, con base a arroces, pescados y mariscos.Son famosos su entrada de jamón ibérico, los txipirones (cuando están)y el arroz vialone nano con mollejas y portobello. Si vas por primeravez, es bueno conocer a Gippone pidiendo el menú degustación de 7pasos. Las mesas en el jardín, son una delicia. La calidad de losingredientes, notable. Capacidad: 42 cubiertos.

(Vicente López 76, San Isidro / T. 4793-7185)



7. CASEROS

A metros de Parque Lezama, este bistró es conducido por Santiago Leone y Silvia Trouilh (ex Mallmann y Faena), quienes abordan una cocina francesa, entre casera y profesional. La carta es breve, con predominio de vegetales y productos de mar, y completa en carnes aunque no hay parrilla. Los platos cambian cada dos meses. Rica la polenta a la plancha con hongos y el matambre de cerdo con endibias. Todo es blanco en este ambiente reducido con cocina a la vista. Lo único que le pone color son los centros de mesa hechos con hortalizas. Precio muy razonables. No más de 60 pesos por persona, más bebidas, claro. Es uno de los más nuevos entre los mejores restaurantes de autor que ofrece Buenis Aires. Capacidad: 45 cubiertos

(Av. Caseros 486, San Telmo / T. 4307-4729)



8. O`FARRELL

Palabra mayor.Para muchos este es el mejor restaurante de la Zona Norte. Comandado por Hubert O’Farrel y su mujer Pamela, pioneros de la cocina del nuevo mundo. Por sus precios, no es apto para empleados públicos ni docentes bonaerenses (cada principal cuesta entre 60 y 80 pesos). Acá todo es lindo, íntimo y refinado. Cocina moderna francesa en una carta estacional en la que se destaca el uso de fuego, leña y el ahumado. Entre los platos estrella, se encuentran las vieiras patagónicas con jamón de Parma, papas y tomaticán, además de las codornices preparadas en cocción lenta y acompañadas por polenta y bourguignonne. El menú de 6 pasos maridado con vinos ronda los 300 pesos por persona. Un lujo que vale la pena obsequiarse. Capacidad: 45 cubiertos

(Av. del Libertador 15274, San Isidro. / T. 4742-4869)



9. L`ATELIER

Con inspiración francesa contemporánea, la pareja de chefs que forman Verónica Morello y Charly Forbes dirige este encantador restaurante con romanticismo parisino. La carta cambia con los productos de estación, aunque un menú clásico inluye centolla con manteca especiada y vinagreta de jengibre, también el confit de pato con papas lyonaise. Lo mejor es la ecuación entre calidad y precio: vas a gastar, con bebida, poco más de 100 por persona. De postre, la tradicional y exquisita creme brulé de vainilla. Las evidentes bondades del lugar hacen que sea imprescindible una reserva previa. En este bistró los chef suelen llevar los platos a la mesa y es común que se queden a charlar con los clientes. Capacidad: 30 cubiertos.

(Av. del Libertador 3836, San Isidro / T. 4005-5244)



10. LAS PIZARRAS

“Acá nunca vas a comer 10 puntos; pero nunca vas a comer debajo de 8 puntos”, se enorgullece Rodrigo Castillo, chef y dueño de este restaurancito, uno de los grandes hits del 2009 en el lado más solitario de Palermo Soho. Las Pizarras parece sacado de 1999, cuando en la zona abundaban los restaurantes informales, rústicos y sin otras pretensiones más que servir platos ricos a buen precio. Todo el menú está anotado en las pizarras sobre las paredes del lugar. Cocina de mercado en serio, que se ve en platos súper frescos, desde la raya en escabeche, hasta pesca del día y el vacío de cerdo braseado. Se pueden llevar vinos para descorchar. Precio promedio: entre 60 y 70 pesos.

(Thames 2296, Palermo / T. 4775-0625)

sair com amigos en grupo

1. PARA GRUPOS DE SOLTEROS: SABBIA


Es “el” lugar de Recoleta, punto de encuentro de chicos y chicas lindas, algo de jet set local y mucha más gente. Mix de levante y diversión alcohólica. Es común escuchar a las 0 horas como en varias mesas se canta el Feliz Cumpleaños. El mejor lugar es el deck, con capacidad para 50 personas y mesas grandes. Para comer, hay menús armados con entrada, trago y gaseosa, desde 65 pesos.

(Ayacucho 1240, Barrio Norte / T. 4827-4415)



2. PARA ESCAPAR DE LAS ZONAS DE MODA: THE OLDEST

En pleno centro geográfico de la ciudad está The Oldest, un bastión de la cultura británica en Caballito. Si quieren evitar Palermo o Recoleta, aquí los amigos podrán encontrar buenas hamburguesas, tablas para picar entre varios, cervezas tiradas incluyendo la irlandesa Guinness y una música que transita el indie y un soft rock comercial.

(Ambrosetti 31, Cabalito / T. 4902-3188)



3. PARA SALIDAS TRASH: LA PUERTA ROJA

La Puerta Roja logró un merecido lugar en el mapa de la noche porteña gracias a bebidas de calidad y precios súper accesibles, un ambiente de tugurio, y comidas ricas, simples y con toques fashion. Muchísimos extranjeros de los hostels de San Telmo, cervezas importadas y artesanales, Gin Tonics y whiskies, y una mesa de pool siempre poblada. Uno de los pocos lugares de BA que hace verdadero honor a la trasnoche.

(Chacabuco 733, San Telmo / T. 4362-5649)



4. PARA TREINTAÑEROS COOL: GODOY

Godoy logró en un par de años ser uno de lugares más exitosos de la ciudad. ¿Cómo lo hizo? Con un deck al aire libre maravilloso, un interior amplio y moderno, música siempre arriba, livings y sillones, una cava vidriada, seguridad en puerta (sinónimo de patovicas), y un final de barra que tiende al boliche. La comida y los tragos están bien, sin ser sobresalientes. Pero, en conjunto, el lugar cumple con lo que se le pide.

(Paraguay 4905. Palermo / T. 4116-1923)



5. PARA MODERNOS: LE BAR

Cada noche hay eventos especiales, a cargo de algunos de los más interesantes DJ’s de la escena porteña. El happy hour dura hasta las 24. Para destacar: los cocktails son excelentes, hay una terracita íntima, y lo mejor de todo es el primer piso, dividido en espacios que parecen habitaciones y que son ideales para reservarl en grupo y asegurarse cierta intimidad.

(Tucumán 422, Centro / T. 5219-0858)



6. PARA GRUPOS DE NOSTALGICOS: ACABAR

Un clásico palermitano, que logró diferenciarse recurriendo a lo más básico del instinto grupal: el juego. La ambientación es entre kitsch y barroca, tiene una cocina aceptable y abierta hasta entrada la madrugada, y una barra simple que se defiende. Todo esto sirve de antesala al verdadero fuerte del espacio: los juegos de mesa, como el Pictionary, Carrera de Mente, el Jenga Gigante (¿se acuerdan de Sofovich?); cartas de truco y de canasta, el famoso Scrabble, el Sexionary y muchísimo más. Tal vez te sientas algo nerd jugando en un bar; pero después de las primeras cervezas, todo va sobre rieles.

(Honduras 5733, Palermo / T. 4772-0845)



7. PARA JOVENES TOP: PUERTA UNO

Hay varias causas por las que un bar puede ser “a puertas cerradas”. En el caso de Puerta Uno, según ellos mismos dicen, es para “esconderse de quién no está invitado”. Un slogan no demasiado simpático, pero que les sirvió para hacerse de una clientela fiel, que lo suele elegir para los festejos más variados. El lugar es realmente lindo: tras pasar esa puerta perdida en el Barrio Chino de Belgrano surge un espacio de varios cuartos, flores y una iluminación que tiende al rojo.

(Juramento 1667, Belgrano / T. 4706-1522)



8. PARA HIPPIES CHIC: CENTRO CULTURAL MATIENZO

Hay algo que ningún bar puede ofrecer, y es ese ambiente “casero”, intelectual, medio hippón y económico que poseen los centros culturales barriales. Pero tampoco es cosa de irte lejos para encontrar un lugar con onda para los festejos. En pleno Colegiales se erige el Centro Cultural Matienzo, un multiespacio (¡qué palabra demodé!) donde los ciclos de cine se alternan con recitales, los tarotistas con muestras de arte, los talleres con Djs, y varios etcs. Matienzo tiene un bar siempre abierto, con mobiliario ecléctico (sillas, sillones, mesas chicas y grandes, y una terraza con reposeras y colchonetas), y comidas que van desde picadas a pizzas, de shawarma a sándwiches vegetarianos. De beber, sale mucho la Heineken de litro. Es el lugar para ponerte ropa comprada en la feria, ir con amigos, y sentirte en un punto situado entre el barrio latino de París y un fogón a orillas del Lago Verde.

(Matienzo 2424, Colegiales / T. 15-6526-8080)



9. PARA LOS AFERRADOS A ZONA NORTE: LO DE PEPE

Si jamás cruzás la General Paz, y preferís quedarte en esa burbuja que va desde Vicente López a San Isidro, no te preocupes, que por allí también abundan las propuestas nocturnas. Tenés toda la zona del Tren de la Costa (John John y Fernet); en Martínez está el bar Goyeneche, atendido por los nietos del famoso cantante. Los amantes de la cerveza deben apuntar a Oveja Negra (cerca de la Panamericana) y a Cunningham, en Acassusso. Por su lado, Mai Mai, con su estética noventas (aunque haya abierto en 2005), atrae a un público fashion. Pero tal vez el lugar perfecto para ir en grupo es Lo de Pepe, un preferido histórico de los norteños. Dos espacios diferenciados, uno más rockero, otro más electrónico; varias marcas de cervezas artesanales; nachos, hamburguesas y lomitos; y una noche que dura hasta que las velas dejan de arder.

(Av. Maipú 4099, Vicente López / T. 4794-3469)



10. PARA IR EN MINI COOPER: MUTE

Las Cañitas tiene eso de querer exhibirse: es una gran vidriera donde los grupos de amigos circulan con sus mejores ropas y sonrisas en el rostro. Y Mute es el mejor ejemplo. Oscuro, sobrio, mínimo, se abre sobre la calle Báez y recibe a sus miles de visitantes. Desde la barra en forma de herradura ofrece espumantes, Speed y vinos, mientras que la cocina se encarga de una “alta cocina” internacional (eufemismo de platos algo pretensiosos). La música pasa por los beats electrónicos y los remixes, y abundan las mesas grandes de ocho, diez y más comensales. Lo mejor: después de comer y beber, seguir la noche visitando los otros bares de la calle con más movida de BA.

(Báez 243, Las Cañitas / T. 4776-6883)