quarta-feira, 16 de dezembro de 2009

doces de natal

14.12.2009
Cuáles son los 10 mejores turrones para la mesa navideña
Andá reservando turno con el odontólogo. Estos son los turrones por los que vale la pena perder un diente.


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El turrón será un postre invernal, pero… ¡qué culpa tenemos nosotros de vivir en el hemisferio sur! No nos importa que la temperatura sea de 32 grados: el turrón nos gusta y lo comemos igual. Tanto es así que no tenemos problemas en perder una muela con tal de clavarle un mordisco a un crocante de almendras. En Planeta JOY elegimos a 10 favoritos en el complejo universo turronero. Son los siguientes.

1. El más veraniego: Turrón blando de coco bañado en chocolate ARCOR
Esta golosina tradicional de Arcor no es nada cara y muy rica. De coco y azúcar, bien húmeda y bañada en chocolate con leche, no necesita tantos cuidados para ser deliciosa y es la favorita de los más chicos. Cuesta solo $8,45 en los supermercados y es ideal para las temperaturas tropicales de fin de año.

2. El más barato: Turrón blando de maní NOEL
Si no querés gastar ni un peso en turrones que nadie va a comer, los que ofrecen el mejor precio por un producto correcto son los muchachos de Noel, la segunda marca de Arcor. No son productos artesanales ni delicados, pero su turrón blando de maní sale apenas $0.99.

3. El más cremoso: Turrón blando de Jijona a la crema LA FAMA
Si te gusta el Mantecol, anotá este, que es el rico en serio. Es de masa mantecosa, bastante pesado, hecho a base de almendras de Marcona pulverizadas (las mejores y más caras) como su pariente de maní. Una maravilla absoluta para quienes no se empalagan nunca. Se consigue a $16 en cualquier sucursal de Coto.

4. El más goloso: praliné de chocolate y dulce de leche con almendras LA CASA
Si bien La Casa es una marca intermedia, al ser de origen español pero de elaboración nacional, ofrece una combinación ideal para los golosos que encuentran el sabor del turrón tradicional un poco extraño. Es bien dulce, con almendras trozadas y una masa semi blanda de dos sabores (dulce de leche y chocolate). Se consigue en supermercados a $19 los 200 gramos.

5. El más tradicional: torta imperial de almendras DELAVIUDA
Dentro del típico turrón de Alicante —de masa bien dura, con 60% de almendras Marcona bien tostadas y crujientes, hecho a base de miel, y cubierto de una fina capa de oblea— el que más nos gustó fue el que hace Delaviuda ($47,50 los 200 gr), que tiene el dulzor justo para no empalagar y la dureza adecuada para no ser molesto. Las almendras están casi siempre enteras y son la vedette de esta golosina navideña, en detrimento de la masa que es una mera portadora de felicidad.

6. El más austero: mix de turrones en porciones EL ALMENDRO
OK, no es el mejor (El Almendro solía ser excelente, pero ahora es la segunda marca de Delaviuda y sólo es bueno) pero si la propuesta es ser austero, la idea es genial. Convengamos en que ya nadie compra veinte turrones distintos que terminan mordisqueados sobre el mantel, sino que se trata de comprar lo justo y probar un pedacito de cada cosa. El Almendro ofrece un mix con cuatro variedades de turrón (dos pralinés, uno tipo Alicante y un guirlache) por $49. Si la idea es ser, además de austero, un poco más económico, hay una versión de Georgalos con cuatro variedades por menos de la mitad de ese precio. Pero no es lo mismo, claro.

7. El más delicado: Turrón de yema tostada Etiqueta negra ANTIU XIXONA
Si bien el turrón de yema quemada nació para aprovechar las yemas que se desechaban al hacer turrón de Alicante, hoy ya es un clásico navideño. Tiene fanáticos y detractores por partes iguales, pero si te gusta la crema catalana, éste es tu postre. La masa es bien blandita, hecha de mazapán y yemas y está tostadito en la superficie. El de Antiú Xixona ($39,20) está muy bueno. También el de Delaviuda ($27) que es de una delicadeza increíble.

8. El más moderno: Macarons navideños de turrón EN EL NOMBRE DEL POSTRE
Una alternativa diferente y bien moderna es comer turrón en otro formato. Para eso, nada más rico que los macarons de turrón que venden en la pastelería En el Nombre del Postre, en Palermo. Son de dos colores (rojo y verde) y vienen rellenos de dulce de leche, a $3,5 cada uno. Por su parte, la gente de Les Croquants ofrece unos cupcakes de turrón de maní (o más bien de mantecol) a $6 cada uno, deliciosos para quienes quieren conservar el sabor navideño pero salirse de la rutina antes de terminar el año.

9. El de mejor masa: torroncini mórbido alla mandorla PERINGOTTI
Si bien la mayoría de los turrones que se consumen en Argentina son de origen español, Italia también tiene lo suyo. La diferencia es que mientras en los españoles la almendra es la vedette, en el Piamonte lo que importa es la masa de miel. Los primeros tienen 60-65% de almendras y los segundos apenas 40%, pero que se nota el doble porque la masa es más blanda y sabrosa. Nuestro preferido: el Peringotti. Quizás una de las golosinas más ricas que existan en este mundo. Su masa —perfumadísima, alimonada y untuosa— invita a comer uno atrás de otro. Una buena idea es la bolsita surtida de 130 gramos que trae turroncitos semiblandos y blandos de almendras y uno de chocolate con avellanas ($24,70). Una maravilla.

10. El más crocante: guirlache de almendras 1880
Lo que acá mal llamamos crocante de almendras tiene un nombre oficial: guirlache, un turrón crocantísimo que viene en torta o en barra, hecho con 65% de almendras enteras y un caramelo de azúcar, limón y 13% de miel. Para quienes no lo conocen, es parecido al nougat que se usa molido en repostería o a las almendras acarameladas. Hay también de maní, que es más barato y sigue siendo muy rico, y alguno de avellanas, aunque es más raro. El que más nos gustó es el de 1880. Eso sí, es caro: sale $81. Como alternativa, se consiguen los de La Casa por $31 y los de El Almendro, con o sin chocolate, por $18. Ambos están muy bien.

cubata

Hablamos de los cubatas: tragos que se preparan en un minuto vertiendo los ingredientes (que nunca son más de tres) sobre un vaso lleno de hielo. Por lo general, la ecuación es así: spirit o aperitivo + gaseosa o soda + un chorrito de jugo de limón = cubata. O sea: más fácil que el ABC.

Acá te proponemos 10 recetas para que tengas siempre a mano.

1. CUBA LIBRE. La mezcla de ron con Coca y un gajo de limón es infalible. Casi todo el mundo lo prepara con Bacardí podés elegir cualquier marca. El clásico Havana Club tampoco falla, aunque es más difícil de conseguir. Y otra muy buena opción es venezolana: el Pampero Añejo Reserva, más o menos al mismo valor, con una gran relación precio calidad. En materia de nacionales, el Isla Ñ ($25) es de calidad for export.

2. DESTORNILLADOR. Así de simple: 1/3 de vodka + 2/3 de jugo de naranja. El Destornillador aporta vitaminas en el jugo y punch en el vodka. Tuvo su época de oro y lentamente fue quedando como un clásico simple. Con jugo recién exprimido, en el balcón, es excelente. No necesitas vodka Premium. Probá con el Smirnoff ($35), que siempre cumple y, de los importados, es el más económico.

3. FERNET COLA. No hay fiesta, evento, cumpleaños o partuza a la que no se vea llegar a alguien con una botella de fernet en la mano. Branca es líder absoluto. En la gama más alta se luce Ramazotti y ahora se acaba de lanzar 1882, muy bueno, al mismo precio que Branca. Todos rondan lo 30 pesos. Si bien algunos aseguran que la fórmula es 90210 (como la serie norteamericana), traducido en 90% de Fernet, 2 hielos y 10% de gaseosa, es bueno darle un poco más de lugar a la Coca para que el amargor no se coma todo.

4. GIN TONIC. Elegante, imperial y exótico. Así es el clásico Gin Tonic, que crearon los soldados ingleses en India en el siglo XVIII como medicina para combatir la malaria. Hoy el gin tonic es una gran opción para compartir la "malaria" del 2009. ¿La fórmula? 1/3 gin + 2/3 tónica + un twist de lima, o limón ¿Qué tónica usar? Paso de los Toros, Indian Tonic o Schweppes. Son similares. ¿Qué gin? Cualquiera importado, como Bombay, Tanqueray o Beefeater (los conseguís por entre $65 y $80). Los locales Hiram Walker y Burnetts opciones más económicas, pero no nos hacemos cargo de las posteriores jaquecas.

5. WHISKEY & COKE. No puede haber mezcla más americana que esta. Todo el carácter del whisky de Estados Unidos (al que se le mete la “e” entre la “k” y la “y”) sumado a la gaseosa del imperio. Pero antes de ponerte la remera del Che, dale una chance. Una de las mejores maneras de tomar Coca, quizás la más respetable. El Jim Beam White ($65) es un poco menos dulce que el Jack Daniel’s ($85). Probalos y descubrí tu favorito.

6. CYNAR CON POMELO. El Cynar ($18) no salió porque sí de los anaqueles de los viejos bares. Lo hizo de la mano de bartenders que reivindicaron su uso como ingrediente noble, dueño de un amargor único en mezclas complejas, pero también como base de fórmulas simples y efectivas. Este es el caso de su combinación con jugo o gaseosa de pomelo. ¿La proporción?: 40/60 o 30/70, depende de tu gusto. Una opción distinta y sorprendente.

7. HESPERIDINA CON TONICA. Marca número 1 en el registro de marcas argentino, patentada por un citizen norteamericano (Melville Bagley). Si bien la Hesperidina ($16) siempre estuvo en bares, bodegones y fondas, como también el Cynar, recuperó su brillo en los últimos años. Y se ha lanzado a la conquista de nuevos consumidores. Con agua tónica balancea su dulzor y resaltan sus notas a naranjas. Si querés darle un toque personal, ponele un poco de Cynar al final.

8. GARIBALDI. ¿Gari qué? OK, esto es más conocido como Campari con naranja o Campari Orange, una tilinguería (¡El Campari es italiano!). Si bien acá se consiguen otros bitters de naranja como el Luxardo ($40), el Campari ($38) es una fija. Mezclado con naranja, compone una de las mezclas que más bebedores ha reclutado en los últimos tiempos: refrescante, revitalizante y con el golpe de alcohol justo. Con un chorrito de soda podés hacerlo más liviano.

9. SEA BREEZE. Una brisa de mar, aunque el Pacífico (dueño de las brisas frescas) esté del otro lado de la cordillera. Esta combinación de vodka, jugo de naranja y de cranberries es una sofisticación en comparación a otros cubatas, pero no deja de ser simple y delicioso. Su sabor es muy similar al amado y odiado Cosmopolitan. Y lo podés preparar en un toque y sin salir de tu casa. El jugo de cranberry (cerca de $20) es importado y se consigue en Jumbo.

10. WHISKY CON COLA. Furor en España desde hace años, en nuestro país parece haber descendido su consumo a medida que crece la preferencia por whiskys Premium y ultra Premium. Sin embargo sigue teniendo sus fanáticos, que eligen su marca escocesa preferida entre las top del mercado. Hay que partir de whiskies jóvenes. Nada tiene que hacer un 12 años enterrado en un pozo negro de Coca. Cada whisky marca el perfil: suave el J&B o Ballantines (entre $50 y $60), más ahumado el Johnnie Walker Red Label ($90) o el Famous Grouse ($75). Y si lo que más cuenta son los pesos, elegí el Teachers ($30).


Plus: VERMOUTH CON SODA. El lujo local parte del folclore del vermú en bodegones y fondas. Cinzano, Martini, Punt E Mes… bebidas económicas (de entre $15 y $25), que rinden y cumplen sin excepción. Los viejos bartenders aseguran que es mejor tenerlos en la heladera, para ya partir de la bebida fría, sin tener que agregar tanto hielo. Con soda, siempre de sifón, es un placer exquisito. Podes sumarle una piel de naranja. Abre el apetito, reconforta, estimula.

chá

Además de cientos de tés, tengo además más de una decena de teteras distintas.

Por suerte para los fanáticos, en Argentina el mercado del té gourmet creció tanto, que ya no tenemos que pedirle a los parientes viajeros que nos traigan unas latitas por caridad. Ahora podemos salir a conseguirlas a la vuelta de casa. O casi.

La guía que presento a continuación es una revisión ordenada de casi todas las casas de té de Buenos Aires, desde la mejor a la peor. También incluye unas escuetas reseñas del té que venden en los supermercados. Está de más decir que este recorrido no busca justicia, ni excelencia. Es la opinión de una fanática. Soy una consumidora entusiasta. Y por supuesto, una compradora compulsiva también.

LO QUE HAY QUE SABER ANTES DE IR DE COMPRAS

Tipos de té: Existen cinco tipos de té clasificados de acuerdo a su fermentación: blanco, negro, verde, azul, y rojo. Aunque ahora el verde se puso de moda, el negro es el que tomamos normalmente en Argentina.

Las hebras clásicas:Dentro de esos cuatro tipos de té, hay millones de variedades y cosechas, clasificadas según su sabor y su procedencia. Algunas de las más famosas son Ceylon, Pur erh, Assam, Darjeeling, Oolong, Sencha, Gunpowder, Lapsang Souchong.

Los blends:Y a su vez, todas esas variantes pueden mezclarse (el término correcto es blendearse) con especias, frutas, flores, raíces, hierbas, por una nariz de té (que equivale al sommelier del vino o a un perfumista en la industria cosmética) para saborizar el té.


DE COMPRAS EN LAS CASAS DE TE

Tealosophy. Tealosophy no vende té. Vende joyas. Hay más de cincuenta variedades, desde las más tranquilas hasta las más rebeldes y curiosas. Hay hebras clásicas de té negro, rojo, blanco, verde y semifermentado, solas o blendeadas (mezcladas) con ingredientes preciosos de todo el mundo: cacao de Venezuela, vainilla de Madagascar, mandarinas de Sicilia, especias de Birmania, almendras de México y pimienta jamaiquina. Cada té es un viaje. Los hay inspirados en los mercados persas, en un paseo por el Chelsea Garden de Londres, o en un campo verdísimo en China en el que no existe la contaminación. Incluso existen variedades que remiten a ciertos bocados inolvidables de la infancia como los bombones After Eight, el dulce de leche casero, o las primeras peras de otoño. En el local hay una lata con cada variedad para oler. Y no les explico cómo huelen. O sí: como los dioses.

Mis preferidos: Toffee Dear (té semifermentado Tosted Hojicha con cubitos de toffee), Vanilla Tiger (El blend del hotel Alvear: base de Ceylon con vainillas, cacao y caramel), Very berry (una infusión sin té, roja y espesa como sangre a base de frutos rojos y pétalos).

Los que desilusionan : Nada desilusiona en lo de Inés.

www.tealosophy.com


Chez Pauline
El local es precioso y quienes despachan conocen lo que venden. Como pasa con Tealosophy, es muy lindo ir a Chez Pauline. La exhibición es parecida al primero: tienen el té en latas cerradas y se puede oler antes de elegir. Pero (siempre hay un “pero”) la carta es un poco despareja. Las hebras puras son correctas, pero los blends no siempre cumplen. Hay algunos muy buenos y otros dudosos. Y los que son ricos, en muchos casos son un collage de ocho frutas, flores, y especias. Un ejemplo: Té rojo Pu Erh con trozos de piña de Tailandia, grosellas rojas y cerezas de Alemania, hojas de zarzamora, pétalos de girasol y de jazmín rosado de China (por la cantidad de cosas que tiene parece un triffle en vez de un té) Una maravilla, pero ¿no será demasiado?

Mis preferidos: Dolce Vita (Té negro, gotas de chocolate, cubos de dulce de leche, y un toque de ron)

Los que desilusionan: Masai (Roiboos con naranja, que sabe muy mal) y Oro Maya, con azafrán y cacao (Para mí es un té negro común ¡Bien por el marketing, mal por el té!)

www.chezpauline.com.ar


Tea Connection
Aunque la carta está diseñada por la misma nariz: Mary Kramer, Tea Connection es la versión más popular de las dos casas anteriores. No hay hebras puras, ni especifican la cosecha, sólo hay blends sobre cinco o seis bases de té tradicional. Ninguno impresiona, pero ninguno decepciona, es una buena opción para comprar. El de nougat, el de roiboos con ramas de Cassis, el té rojo con ciruelas y pétalos de rosas están muy bien. Sin embargo, ir visitar la tienda es un suplicio. Como tercerizan el producto, las vendedoras no conocen lo que venden, y despachan latas como si estuvieran en un depósito de azulejos. Se puede tomar el té en el local, pero mi consejo es que agarren la lata y salgan corriendo, porque la atención es patológicamente mala. Las mozas son famosas por su lentitud y sus equivocaciones recurrentes. Y no vale protestar. Como el local está siempre lleno, las quejas no les interesan. Si no me creen, vayan y protesten.

Mis preferidos: Chocorangerie (té negro con naranja y cacao), Africana (Infusión de roiboos, con coco, toffee y vainilla) y genmaicha (té verde con arroz tostado. Una delicadeza que no cansa nunca).

Los que desilusionan: Bora Bora, que tiene gusto a jabón, y Lavender, que sabe como un desodorante de ambientes.

www.teaconnection.com.ar


Camellia
Hay pocos blends y la verdad es que son muy conservadores. Pero son deliciosos y la señora que atiende es maravillosa. Además, se pueden comprar pequeños sets de 15 gr de cada blend para probar un poco de todo.

Mis preferidos: Almond cookie (té negro con galletitas de almendra) y Mango con pieces and flowers (nada novedoso, pero el mejor té de mango de todos)

Los que desilusionan : Té de frambuesa (¿y las frambuesas?)

www.camellia-tegourmet.com.ar


Disfrutar-té
Es verdad, es verdad, arranca mal. El nombre es muy feo. Parecen esos negocios que arreglan lavarropas y se llaman “Arregl-Arte”. Pero démosle una oportunidad. O no. Son los peorcitos de todas las casas de té. Y cuando digo “casi” no quiero decir que no sean malos, sino que hay uno todavía más feo. Lo imperdonable, lo indignante, lo inmoral es que son ácidos y los blends son aburridísimos: ¿Una prueba? Té oolong con vainilla o té negro con cardamomo. Además, tiene un papelito con instrucciones que empeoran su sabor considerablemente (como por ejemplo infusionar siete minutos) y son los más caros de todos los té de Buenos Aires.

Los mejores: El té Oolong con arándanos es el menos peor. Pero cualquiera de sus blends es mejor en las casas anteriores.

Los que desilusionan : la carta entera.

www.disfrutar-te.com.ar


Misra
No quiero ser mala, pero es el peor té que tomé en mi vida. Es la ambrosía de los ignorantes, un elixir de paladares brutos. Es más astringente que un perfume. Tomarlo es puro y genuino malestar. Y como si fuera poco, todos los componentes de los blends son extraordinariamente precarios: a la vista, una suerte de viruta ininteligible parecida al potpourri barato que venden en el supermercado.

Los mejores: ¡No me hagan hablar!

Los que desilusionan: ¡Les dije que no me hagan hablar! ¡Es un milagro que existan!

www.misra.com.ar



DE COMPRAS EN EL SUPERMERCADO (los saquitos buenos, los malos y los feos)

Inti-zen. Muy accesibles y correctos. Se consiguen en todos los hipermercados. ¿Los mejores? Amazonia 12, Tea for tango y Don Juan. Una buena opción para vagos y ansiosos.
www.intizen.com.ar

Chamaná. Infusiones relajantes sin teína diseñadas por Inés Bertón para Inti Zen. Son una versión masiva, más accesible y moderna de Tealosophy. Igual que los anteriores, son ricos y accesibles. ¿La diferencia? Los blends son muy atrevidos. El mejor es sin duda es el amarillo: roiboos, limón, crocante y canela, y atención, porque hay uno de eucalipto, cedrón y melón. Sí, melón.
www.chamanainfusion.com

Twinings. Un lugar seguro: se consiguen en todos los supermercados y nunca defraudan. Los mejores son las hebras clásicas porque los blends son un poco anticuados. Su nueva línea “Voyage” no está nada mal: intenta captar la esencia de ciertos lugares (Brazilian bahía o African Tunda, por ejemplo) y más o menos lo consigue.
www.twinings.com

José. Solo para vanidosos: puro packaging. ¡Pero qué packaging, mis queridos! El saquito parece hecho de seda, de hecho, se llama “saquito de cristal”. Pero mírenlo y no lo tomen, porque es muy feo. Ellos dicen que es té de calidad, té líder, té divino. Pero yo les digo que es aburrido, soso y amarrete. Para tomar té negro (del que no sé procedencia, ni cosecha) con jengibre, me lo blendeo yo sola. Pero qué lindo saquito, ¿no?
www.jose-organic.com

viños

Invitar a toda la familia, comprar los regalos, enrollar el pionono… las fiestas son estresantes, llenas de gastos, contratiempos y varias dudas. Por eso, en Planeta JOY queremos darte una mano y solucionarte al menos un problema: el de elegir el vino para las reuniones de Navidad y de Año Nuevo.

Lee con atención lo que sigue y tomá nota de nuestras etiquetas favoritas en cada rango de precios. Eso sí, de enrollar el pionono ocupate vos.

Entre 10 y 20 pesos

1. Michel Torino Tannat 2008 ($13)
Una joyita por poca plata. Es un tinto ameno y frutal. Si te gusta descubrir variedades atípicas y no tenés plata para mayores alardes, acá tenés tu opción a medida. Sino te creen, que el vino lo ponga otro.

2. Cuesta del Madero blend tinto ($14)
Una fija para una cena navideña en la que un lechón bien adobado logró atraer hasta a esos parientes políticos que no vienen nunca. Compralo por caja y dale de beber al novio de tu prima tercera, aunque haya caído con un turrón y dos petardos.

3. Cafayate Torrontés 2009 ($18)
Un milagro de la enología moderna para hacer un vino que está a la vanguardia del Torrontés. Con ese argumento, servilo frío junto a una entrada de jamón crudo, aceitunas griegas, gruyere y dips de queso crema con ciboulette y oliva.

4. Estiba Cabernet Sauvignon 2008 ($19)
Por un año decidiste olvidarte de los típicos platos fríos para invitar a todos a un regio asado. Para la carne, nada como un buen Cabernet Sauvignon. Y en materia de Cabernets, nada como el Estiba, un best buy, con la mejor relación precio calidad del mercado.

Entre 20 y 30 pesos

5. Marianne Cabernet Sauvignon 2008 ($25)
Si buscás sorprender con un vino que nadie conozca, acá tenés un ejemplar memorable que acaba de ser lanzado al mercado. Por ese precio no hay nada mejor, ni más elegante. Casi un Cabernet femenino. Ya sólo por su look, te darán ganas de verlo sobre el mantel.

6. Familia Gascón Rosé 2009 ($25)
Un blend fresco y cordial, ideal para hacer una recepción. Cuando el bochorno de diciembre te haga odiar la camisa que estrenás para hacerte el anfitrión, una copa de este Malbec-Sangiovese le pondrá paños fríos a la noche.

7. Norton Merlot Roble 2008 ($26)
Un tapado de la bodega mendocina. Injustamente, habría que decir, porque no vas a encontrar un vino con paladar más universal que éste. Su costado frutal le va a gustar a todos, desde tu abuela de noventa años hasta tu tío que sólo toma vinos importados.

8. Yauquén Cabernet Sauvignon 2008 ($26)
Un fuera de serie, elegido por la guía Austral Spectator como uno de los mejores vinos de Argentina. Cuando lo pongas en tu mesa este fin de año vas a impresionar y dar sabor: tiene buen cuerpo, acidez refrescante, y acompaña cualquier plato.

9. Jean Rivier Tocai Friulano 2009 ($27)
Jean Rivier es una bodega que está lejos de la moda, pero tiene buenos vinos tintos y excelentes blancos, entre los que está tu mejor opción si pensás inaugurar tu cena con una entrada fría: el Tocai Friulano, insignia de la casa. Pura fruta blanca, balance y frescura cítrica, que le dará relieve y cierto exotismo al tapeo inicial.

10. Finca La Linda Malbec 2008 ($30)
Ya sabés de que hablamos cuando hablamos de La Linda: un vino que todos conocen y que no falla nunca. Para este fin de año estrena etiqueta, pero el vino sostiene el mismo estilo frutal de siempre, que le hará contrapunto a una mesa bien servida en la que el vitel toné tiene alcaparras marroquíes.

Entre 30 y 50 pesos

11. Terrazas Malbec Reserva 2008 ($45)
Tiene varias virtudes, pero nosotros lo elegimos porque es simplemente muy rico. Ideal para acompañar ese cordero que encargaste con 15 días de anticipación. Sería ideal tener varias botellas, porque las vas a necesitar: nadie va a cambiar de bebida.

12. Salentein Chardonnay Reserva 2009 ($50)
Tal vez tengas que poner una moneda extra, pero acordate de este detalle: para Chardonnay cordial, con el paso apenas untuoso y andar elástico y felino, no vas a encontrar otro. Si lo servís frío con un carpaccio de salmón made at home, tenés aplauso garantizado.

Entre 50 y 100 pesos

13. Luna Syrah 2006 ($53)
Están las reuniones familiares caóticas y multitudinarias, y están las otras, tranquilas y sin gritos. Para éstas, nada mejor que un tinto clásico, de liviandad acogedora. Luna no es el más caro de los vinos de Finca La Anita y eso lo hace la opción indicada para una cena elegante, con el piano envolvente de Nat King Cole como telón de fondo.

14. Zuccardi Malamado ($75)
Un vino fortificado que no puede faltar en tu noche de fin de año. Descorchalo después de que casi todos se hayan ido, y ofrecele una copa a la gente que más querés, esa que se queda hasta último momento y te ayuda ordenar. Tanto mejor si lo acompañás de un turrón español o italiano.

15. Alegoría Malbec 2005 ($100)
Es caro, eso es verdad. Pero para una Navidad en pareja o con la familia más cercana sentada a una mesa acotada, le va a poner un condimento exclusivo y sabroso que nadie olvidará. Acordate de cerrar la cena con una tabla de quesos, con gruyere, brie y emmental para no terminar el vino en seco. Sería un detalle de haute cuisine.