quinta-feira, 3 de dezembro de 2009

acampar3

SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Vacaciones confortables, pero en camping. Es una alternativa que cada vez tiene más adeptos en la región de los lagos. Cientos de familias transportan el campamento, cañas de pescar, colchones inflables, DVD portátil y hasta la PlayStation para pasar unos días a orillas de los espejos de agua y al pie de la Cordillera, prácticamente "fundidos" con la naturaleza.

Señal de telefonía celular, servicio eléctrico con grupos electrógenos, caminos transitables e innumerables servicios se despliegan en un amplio radio cerca de esta ciudad y en jurisdicción del Parque Nacional Nahuel Huapi, donde existen 22 campings organizados que dejaron de ser una opción sólo para jóvenes para consolidarse como una elección familiar.

"No hay hoteles en lugares tan lindos y el contacto con la naturaleza es impagable. Acá se destaca el valor de lo natural; los chicos lo valoran", explica a LA NACION Juan Pablo Van Keulen. Junto a su numerosa familia llegó desde Buenos Aires acarreando tres carpas, equipo de pesca, bicicletas y todo tipo de comodidades para pasar casi un mes de campamento en Los Rápidos, a 45 kilómetros de esta ciudad y a orillas del lago Mascardi y el río Manso.

Chicos y grandes muestran el disfrute por vivir unos días alejados del cemento de las ciudades y el bullicio de los autos, aunque muchos no pueden despegarse de la tecnología y llevan reproductores portátiles de DVD para ver películas si llueve, la PlayStation, la notebook y el iPhone.

En el camping, el amanecer silencioso sólo es interrumpido por los pájaros carpinteros que retumban con su particular sonido en los oídos; y al caer el sol comienzan a desfilar los hombres que acarrean leña para hacer el tradicional asado familiar al aire libre, que se espera entre charlas, juegos de cartas y aperitivos.

Todas las comodidades
Los campings organizados de la zona cuentan con fogones, servicio eléctrico, baños y duchas en excelentes condiciones, agua caliente las 24 horas, salones sociales, comedores, lavadero de ropa, asistencia médica y proveeduría. Algunos, incluso, tienen cabañas o refugios como alternativa para días fríos o lluviosos.

La logística para llegar de campamento con todas las comodidades es amplia. Fernando Sammarco cuenta que instala su casilla rodante en el camping al comienzo de la temporada de pesca deportiva, en noviembre, y para las fiestas de fin de año comienza a llevar provisiones, artículos de camping, electrodomésticos, y a sus cinco hijos y su esposa, que viven en Bariloche, para pasar todo el verano en contacto con la naturaleza.

La casa rodante tiene calefacción con tiro balanceado. Además, incorporó una cocina pequeña con horno para cocinar para el "batallón", al que en la última semana se sumaron los Elizondo, una familia amiga de Bolívar que conocieron el verano anterior en el mismo sector del camping. Ahora decidieron disfrutar todos juntos. Unos salen por la mañana a hacer ejercicio; otros, a pescar, en lanchas propias con las que recorren el Mascardi.

La única mujer adolescente del gran grupo es Florencia, de 17 años, que los acompaña para sacar fotos y tomar sol en alguna isla del lago.

El camping Los Rápidos es uno de los más conocidos en la zona, por sus servicios y por el paisaje. "El perfil es familiar. La energía eléctrica se mantiene sólo hasta la medianoche y eso restringe el alboroto", explica su propietaria, Tasha Joos.

A pocos kilómetros, aún más cerca de la ciudad, en la orilla sur del lago Gutiérrez, el camping Los Baqueanos comenzó a sumar en los últimos años otras alternativas recreativas, como kayak, cabalgatas, mountain bike , palestra para chicos, juegos de agua y de cuerdas en el bosque.

El camping, que administra desde hace 14 años Hugo Vereertbrugghen, tiene además una pantalla de cine, un refugio con 30 camas para quienes no quieren acampar, restaurante con platos regionales y transporte propio para llegar a la ciudad.

Aun con días poco soleados los turistas continúan desplegando sus enormes carpas y acomodando el territorio, rodeados de camionetas 4x4, autos importados y casas rodantes.

"Para pasar las vacaciones en camping se requiere haber tenido una infancia en la que era cotidiano este tipo de aventuras. Cuando uno es grande quiere enseñarles a los hijos esas cosas lindas", dijo Lula, que desde hace un mes lleva recorridos más de 2000 kilómetros con sus dos hijos y su esposo, desde Villa Pehuenia (Neuquén) hasta Bariloche.

Otros no tienen experiencia en camping, pero se animan, como los González, una familia porteña que, convencida por parientes neuquinos, llegó por primera vez a un camping patagónico. Eso sí: aseguran que, antes de volver a casa, dormirán al menos una noche en hotel.


..

Nenhum comentário: