terça-feira, 25 de agosto de 2009

autoestima

AUTOESTIMA, claves para su comprensión


Estimados padres, educadores y directivos del colegio,


Durante el primer encuentro dedicado a exponer sobre el tema elegido, la autoestima, hemos tenido una activa participación de padres y algunos profesores presentes.
Recibimos luego el feedback de algunos de ellos y la sugerencia de subir al blog del colegio una breve reseña de lo tratado en este encuentro.
Esperamos puedan leerlo también quienes no pudieron asistir y esperamos sea la puerta para una reflexión sobre la autoestima de nuestros hijos, de nosotros mismos y obtengan algunas claves que ayuden en este camino.
Es nuestro objetivo también que lo lean pensando en el próximo encuentro, la segunda parte de este taller.


RESUMEN EN ESPAÑOL
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Aquí estamos, con un tema que como dijimos atraviesa todos los procesos de desarrollo, tiene un rol importante en la vida del estudiante, en la encrucijada adolescente y continua a modificarse y/o rectificarse si encuentra una actitud reflexiva en la vida adulta.

¿Qué es la Autoestima?

Es el resultado de la mirada que uno hace sobre sí mismo: sobre su apariencia física, sus capacidades y competencias, sobre sus logros escolares, profesionales, sobre la riqueza de su vida afectiva. El éxito de una o varias de estas áreas de la persona no garantiza la autoestima (AE). Esta es más bien el resultado de un equilibrio entre los diferentes aspectos que la constituyen.
Es sabernos aptos para vivir la vida y para cumplir con sus exigencias. Tener confianza en nuestra habilidad para pensar y resolver los retos de la vida, confiar en el derecho a ser felices, a sentirse valiosos y a disfrutar de los frutos de nuestros esfuerzos.
La autoestima (AE) tiene dos aspectos interrelacionados: un sentido de eficacia personal y un sentido de valor personal.
La AE es el aprecio personal basado en la convicción íntima de nuestras cualidades físicas, psíquicas y espirituales.

Algunos factores que construyen AE

El primer bosquejo de quienes somos se construye a partir de las relaciones familiares, luego ese núcleo se amplía al medio escolar y así sucesivamente agrandando los círculos sociales que intervienen en la construcción de la subjetividad. Todos estos procesos en interrelación constante con la maduración orgánica de cada etapa.
Cada etapa evolutiva tiene sus desafíos y sus logros, podemos colaborar con nuestros hijos proponiendo actividades y situaciones acordes para favorecer la construcción de una AE favorable (o positiva)
Para algunos autores existen prácticas cruciales y fundamentales que pueden en su ausencia afectar la AE, estas son:


■la práctica de vivir conscientemente
■la práctica de la auto aceptación
■la práctica de la auto responsabilidad
■la práctica de la asertividad
■la práctica de la integridad

Hemos remarcado durante el encuentro que la tarea como padres es ayudar a los hijos a pensar, a reflexionar acerca de sus habilidades y sus límites, a conocer y gerenciar sus emociones, hacer frente a los conflictos, a aceptar la realidad y soportar frustraciones, afirmarse frente a los otros y aprender a tenerse confianza. Todo esto no es poco, pero es un desafío que vale la pena emprender.

Elementos que perturban la construcción de la AE

- La superprotección de los padres, los abuelos, los hermanos mayores
- Las palabras hirientes
- La lasitud
- Las constantes críticas
- La falta de sostén y el abandono delante de las dificultades
- Las elevadas expectativas o la ausencia de expectativas
- La incoherencia del discurso
- El abuso físico
- El fracaso escolar

Elementos que nos sirven para detectar una AE empobrecida (o baja AE)

• Autocrítica dura y excesiva
• Hipersensibilidad a la crítica
• Indecisión crónica (no por falta de información)
• Deseo innecesario por complacer
• Perfeccionismo como exigencia esclavizadota
• Culpabilidad innecesaria
• Hostilidad flotante (a punto de “estallar”)
• Tendencia defensiva y cierto pesimismo en relación a sus acciones futuras

¿Cómo aumentar la autoestima?

Eliminando las autocríticas ofensivas y aprender a detectarlas. Eliminar las comparaciones. Abandonar la muletilla “no sé” y darse el tiempo para pensar, evaluar. Callar si no se puede decir algo agradable sobre sí-mismo. Realizar correcciones sobre acciones y no sobre personas. Escaparle a la perfección. Analizar errores para no caer en la generalización.

Aquello que pensamos y sentimos sobre nosotros mismos influye sobre nuestras elecciones y decisiones significativas.
A mejor AE mejor preparados para las adversidades.
Nadie puede respirar por nosotros, nadie puede imponernos la confianza y el amor por nosotros mismos. Lo trágico es buscar afuera el tesoro que se encuentra dentro de sí-mismo.




Resumiendo: la autoestima y el concepto de sí mismo se desarrolla, se modifica y se enriquece gradualmente durante toda la vida.
Enseñemos a nuestros hijos a conocerse a sí mismos en la justa medida: un legado que nadie puede arrebatar.

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